EVOLUCIONES Y RECONCILIACIONES

Muchas de vosotras ya me habéis hecho saber, que notáis un cambio en mi, en el carácter y la positividad que se transmiten en mis entradas.
Esto es debido a varias razones, pero principalmente al toque que me dio mi chico, que tan solo con una pequeña conversación, consiguió activar algo en mí.
Los cambios empezaron inmediatamente.
Lo primero que hice fue ir a un dietista. Llevo algo más de dos semanas, con una dieta bastante estricta. Mi intención era quitarme ahora, antes de acumular más con el siguiente tratamiento. Está siendo más complicado de lo que pensábamos, porque aparte de que me gusta comer, pues mi cuerpo no está reaccionando muy rápido, ya que es una gordura hormonal. Pero bueno, ya me he quitado algo más de un kilito y estoy contenta.
A esto he añadido unos masajes drenantes que me da mi cuñada, que como todavía no puedo hacer deporte, me ayudan a tonificar músculos y a eliminar líquidos.

Pero sobre todo el cambio es mental. Y esto sin ayuda psicológica de momento.
Había llegado un momento en que no quería estar con nadie que tuviera niños, me dolía que se hablara del tema, aunque fuera mi propia familia. El único lugar donde me encontraba segura era en casa y cada vez salíamos menos.
Me sentía triste, rabiosa, enfadada. Incluso a veces me culpaba de la situación.
Afortunadamente empecé a ver la salida, y estoy afrontando la vida y la lucha por conseguir ser madre de una manera mucho más serena y racional.
Estoy mucho más contenta, comunicativa, sociable. Salimos más. He empezado a comprar ropa aunque sea una talla más. Y me he vuelto a calzar los tacones.
Como pareja también hemos evolucionado, hablamos mucho más de muchas más cosas, hacemos muchos planes y sobre todo, hemos recuperado nuestra vida sexual, que estaba completamente muerta.

Espero que no sea pasajero. Que esta haya sido una evolución real, parte de la maduración, de la experiencia y de los añitos que se nos echan encima.
En breve será mi cumpleaños, y este año, estoy preparando una fiesta por todo lo alto. Ya contaré más adelante.

Pero cuando realmente noté el cambio, fue hace un par de días.
Hablábamos mi chico y yo del próximo tratamiento, de lo que nos había comentado el médico.
El me decía que casi le entró la risa cuando el médico afirmó que dan un plazo de un año para que las mujeres se embaracen (de forma natural), y que la mayoría lo consigue en ese año, incluso muchas, algún tiempo después.
Mi chico empezó a analizar toda la gente que teníamos a nuestro alrededor, y la verdad, que tumban toda estadística. La mayoría se han quedado a la primera, incluso antes de haberlo buscado oficialmente o por sorpresa.
Y entonces fue cuando me hablo de su ex. Resulta que habían hablado, y ella estaba embarazada. Ya tiene una niña, y dejó las pastillas para ir preparándose, pensando que pasarían unos meses, y ese mismo mes acertaron. Y entonces le preguntó a mi chico, y él le contó. Ella se debió pegar una buena llorera, lamentando haber preguntado.
Y yo, que no soportaba oir hablar de la ex, resulta que me alegré por ella. Me alegré porque estuviera embarazada, porque es lo que quería. Y me alegré porque mi chico tenga alguien en quien confiar y con quien desahogarse. Porque con nadie más, exceptuando su madre, ha comentado el tema.

Entonces, me di cuenta, que ya estoy reconciliada con la vida.

BUEN FINDE!!