FIN DE FIESTA MAGICO

Ya sé que llego un poco tarde, que ya estamos intentando volver a la rutina y ya no quedan adornos, ni polvorones por nuestras casas. Pero me quedaba pendiente la entrada del día de Reyes, así que allá voy.

El día empezó con tranquilidad. A una hora razonable, en la que mi gata decidió que era hora de levantarse, aproveché que me levantaba a darle su desayuno para colocar los regalitos bajo el árbol. Volví a la cama y mi chico no se había enterado de nada! Así que esperé un ratito más y ya cuando no podía aguantar más, le dije que creía que los Reyes ya habían venido. Y vaya, sorpresa, estaba tan relajado que ni se acordaba! Aunque por suerte sí que se había acordado los días anteriores, y había podido comprar alguna cosilla.
Después de romper papeles, agradecimientos, besos, sonrisas y más besos, desayuno tranquilito.
Empezamos a arreglarnos pronto, porque todavía quedaba ir a casa de mis padres. Y suena el teléfono, al otro lado mi sobrina:
- Hola tita! cuando venís??
- Ay, cariño, ahora vamos. Pero oye, que han venido los Reyes, y hay dos paquetitos para ti.
- Ahí también?, con esa voz medio tierna medio alucinada, vamos, pa comérsela!
Visita a casa de mis padres. Madre mía, eso parecía el festival del regalo!!
Este año hemos debido de ser todos muy buenos, porque los Reyes han sido especialmente generosos.
Y, a comer.
Comíamos en el monte, en un caserio, y esto es lo primero que me encontré al llegar. Bueno, salió mi tio a buscarme, porque me conoce, y porque pensó que podría convencerme...

Que no son para comérselos?? Están bien cuidados, tienen como diez semanitas y ya han destetado. Si a alguna le interesa, estos están disponibles. Había otro más que ya ha sido adoptado. Pero mis tios ya tienen cuatro perros más, y dos hembras son las que han tenido estas camadas. Yo tampoco puedo, no tengo sitio, ni tiempo para cuidarlo como se merecen y una gata insociable y territorial.
Pero fueron los protagonistas de la celebración, y se llevaron más fotos que las chicas de pasarela Cibeles, jeje.

Y después de la comida, el amigo invisible. Pero para los mayores! Sí, mis abuelos, mis padres y mis tios, llevan unos años haciendo de amigos invisibles. Y los nietos, osea mis primos y yo, hacemos de azafatos y repartimos los regalos. Las risas están garantizadas.

Pero, este año, nos tenían preparada una sorpresa. Creo que fue el regalo más sencillo, incluso barato, pero más bonito y emocionante. Cuando terminó el reparto nos hicieron sentar a cada uno en nuestro sitio, y repartieron a las chicas, las cuatro primas, porque Marta había colaborado en la sorpresa, este paquetito:

Bueno, está un poco perjudicado ya de tanto abrir y cerrar, jeje. Pero os podéis hacer una idea. Y traía condiciones. Había que abrir el paquete rojo, y después de ver lo que había en el interior, leíamos la tarjeta.

Y la tarjeta decía asi:

Estos son nuestros deseos para que tengas un feliz 2012:
- Una nube para que sigas teniendo sueños
- Una moneda para que no te falte dinero
- Una manzana por el dicho inglés "one apple a day keeps the doctor away" - Una manzana al día mantiene al médico alejado.
- Una botella para que veas la botella siempre medio llena
- Un corazón para que tengas mucho amor.
- Unos labios para que no te falten besos.
- Una estrella para que siempre te acompañe con mucho cariño.

Fue un momento muy emocionante, seguido de besos y abrazos. Mi prima le dedicó una canción a mi abuela, que hizo que termináramos todos llorando (canta como los ángeles). Y la tarde siguió con juegos, canciones, cartas, bailes... hasta bien entrada la noche.

Y para agradeceros todo lo que me aportáis, aunque sea virtualmente, os envío este paquetito en rojo y verde, para que tengáis un 2012 llenito de momentos dulces.