lunes, 30 de mayo de 2011

4º DIA POST-TRANSFER

Ya he vuelto al trabajo. La verdad que lo llevo bastante bien, aunque solo han pasado cuatro días. Me quedan otros diez días de espera por delante.
Pensaba que nunca iba a llegar este momento y sí, ya estoy en beta espera.
Estoy bastante bien, tranquila y no me observo mucho los síntomas y esas cosas. Entiendo que de momento no puede haber ningún síntoma, solo hace cuatro días. Aunque mis peques ya llevaban cinco o seis fecundados antes de entrar en casita, el enganche, si se ha dado, ha sido hace cuatro dias.
Y como decía en general estoy bien. Tenía el recuerdo de la otra vez que entré al quirófano, para la punción y estaba hinchada y dolorida. No me movía porque no podía. Y estos días de reposo, había veces que se me olvidaba, que no recordaba por qué tenía que estar ahí quieta si no me dolía nada. Lo que hace el relax!
Intento llevar la vida más normal posible. Aunque a veces normalizo tanto que de repente me doy cuenta que quizá no tenía que haber hecho esto o lo otro. Cuando no va mi chico por detrás diciendo, ya hago yo, ya lo cojo yo, ya lo subo yo. Está bien, no me deja ni fregar! Pobrecito, a veces siento que lo exploto un poco!
Pero hay algún ratillo que me viene a la cabeza la idea de que tengo dos pequeñines bailando en mi útero, y que no sabemos si se han enganchado o no. Las primeras veinticuatro horas eran claves, según dijo el doctor. Entonces, si han decidido quedarse, ya han anidado. Y por más que haga o no haga, ahí se van a quedar.
Llevo toda la semana despertándome a las 4:45, minuto arriba, minuto abajo, curioso que siempre sea la misma hora. Supongo que algún coche arrancará a esa hora, o algún vecino dará un portazo, porque si no, no le encuentro la explicación.
Pero hoy me he despertado a las cinco y media, con un dolor de cabeza horrible. Esto era lo que más temía, el momento jaqueca, puesto que solo puedo tomar paracetamol. Y para mi, que no consigo ganar a la jaqueca ni con sobredosis de ibuprofeno, el paracetamol es como tomarte el vaso de agua sola, los efectos son nulos. Así que estoy medio atontada y con la visión nublada, espero que pase pronto.
Y seguimos manteniendo el secreto, aunque está siendo difícil. El sábado estuvimos comiendo en casa de mis padres y estaban mis hermanos y mi sobrina. Así que tuve que aguantarme las ganas y no cogerla en brazos. Pero me agaché y me abrazó y me llenó de besos, es que me la como!!
Creo que alguien se dio cuenta pero nadie dijo nada.
Lo que me preocupó fue el último comentario de mi padre. El ha descubierto embarazos antes de que las mismas chicas lo supieran o lo confesaran. Y antes de irme me dijo, que en un par de semanas hablábamos.
De qué? Y se echó a reir.
Yo estoy bastante serena y pienso que estamos al cincuenta por ciento de posibilidades. Pero mi chico está muy ilusionado. Y a veces me da miedo que se ilusione mucho, y que luego se pegue un buen disgusto. Hablamos como si ya estuviera el embarazo confirmado, de lo que nos queda por delante, de lo que haremos en verano, aunque yo siempre con cautela. Cada mañana me toca la tripita y saluda a sus " monitos". Sí, ahora los llama monitos porque ha leído que las pastillas de progesterona llevan aceite de cacachuete. Entonces, empezó con la broma de cacahuetes para los monitos, y con monitos se han quedado!
Y mi gatita, la pobre, pues ya no sabe ni qué hacer. Cuando se va acercando doblo las piernas para evitar que se tumbe encima, y me pone ojitos, y me da con su patita en mis piernas, como pidiéndome que le deje un ratito. Ayer al final sucumbí a sus encantos, le dejé tumbarse un rato y estaba super feliz. Luego fui abriendo las piernas poco a poco y disimuladamente, hasta que quedó en medio, solo tenía su patita tocándome, pero no tenía todo el peso encima. Así yo estaba bien, y circulaba la sangre por mis piernas y ella estaba contenta de estar con su mamá.
Ay, no se si le va a hacer mucha gracia compartirme!

viernes, 27 de mayo de 2011

LA SUERTE ESTÁ ECHADA

Mis pingüinitos ya están conmigo. Finalmente, un pequeñín se quedó por el camino y me han transferido dos campeones. Han sobrevivido a una congelación y a una desvitrificación, así que no veo que no puedan engancharse a su mami.
Teniamos hora para la una de la tarde, y fue el tema con bastante retraso. Pero finalmente entré en quirófano, y ahí empezó todo.

El equipo médico fue estupendo. La enfermera estuvo dándome palique mientras el doctor terminaba de transferir en el quirófano de enfrente. Ella me dijo que ahora tenía que intentar estar tranquila, que los nervios, el estar pendiente de síntomas, si mancho, si me duele, puede producir un efecto contrario en el cerebro, que transmita datos incorrectos y que se pueda contraer el útero de manera que los embriones no agarren. Que fuera a trabajar y que intentara llevar la vida más normal posible.
El doctor fantástico. El mismo que me tocó el domingo en la revisión y me explicó todo perfectamente. Por suerte, tuvo el detalle de no explicar qué estaba metiéndome por ahí dentro, porque estuvo un rato, cogiendo cosas y para dentro. Luego oía como enroscaba algo para terminar colocándome el mando de la ecografía por fuera. Así que la situación era esta, yo espatarrada, con mis partes nobles a la vista de toda la gente que había por allí, así como diez personas, el doctor con una mano dentro agarrando algo que sonaba metálico y la otra por fuera sujetando el ecógrafo. Yo con la vejiga a punto de estallar y el tío ahí apretando, creo que fueron tres minutos, hasta que llegaron de laboratorio con los embrioncitos. La camilla puesta reclinada de manera que tenía la cabeza más abajo que el trasero. Todo esto para poneros en situación.
Entonces llegaron de laboratorio, dos personas más mirándome por ahí abajo! y en un tubito de ensayo con una canula larguísima venían mis peques. Metieron la goma y el doctor indicaba, más, un poquito más, más arriba, hacia la derecha, ya está. Aguanté sin emocionarme, pero no vi nada en la pantalla.
El doctor me dijo que había que comprobar en microscopio si había salido todo del tubo. Cuando confirmaron que sí me dijo, ahora ya están con su mamá que es donde tienen que estar. A partir de ahora estás embarazada.
Esto no es totalmente real, pero es cierto que las mujeres que se embarazan naturalmente, no saben en qué momento sus folículos son fecundados y llegan al útero. En este sentido juego un poco con ventaja.
A partir de ahí, la primera media hora era la más importante. Y allí me dejaron, con la camilla inclinada, las piernas recogidas y sola.
Después, 24 horas de reposo absoluto, que, aunque según él no está demostrado, son las 24 horas claves. Es en ese plazo de tiempo cuando los embrioncitos se enganchan. Si no se enganchan ahí, se acabó por esta vez.
Y alguna recomendación más, como que haga vida normal, aunque sin esfuerzos, gimnasia, pesos, saltos. Nada de sexo. No excederme con la ingesta de líquidos. Y tomar puntualmente mi medicación.

Mi chico se quedó fuera. Finalmente no le dejaron entrar. Cuando vino a buscarme y mientras esperábamos allí, estaba callado, con las manos heladas, y creo que ha sido la primera vez en nuestra vida que ha reconocido que estaba nervioso. Se quedó en la puerta del quirófano con cara de perrito abandonado, que hasta la enfermera le pidió disculpas, pero no se puede. El quería estar ahí, porque considera que es el momento más importante.
Desde ayer me tiene como a una reina, más que nunca. No me deja casi ni levantarme a hacer pis. No deja que la gatita se tumbe encima mío, porque claro, me corta la circulación con sus cinco kilitos encima de mis piernas. Así que a ella también la tengo como a una gata abandonada, buscando su lugar, solo que ella no entiende por qué. Esta mañana mi chico me ha traido el desayuno a la cama, así no me tengo que levantar y preparármelo, que él se tenía que ir a trabajar. Mientras esperaba la hora de levantarse ha colocado su mano en mi tripa. Me ha parecido un gesto precioso, y no he sido capaz de decirle nada.

Y yo, estoy bien. Me encuentro genial, aunque con los sentimientos a flor de piel. Ayer a la tarde pusimos una película, y en un momento de tragedia, me dio un ataque de llanto y risa a la vez, que mi chico pensaba que me había vuelto loca del todo. Hay ratos que se me olvida, que no me doy cuenta y me levanto un poco brusca o me agacho a coger algo. Y me gano la bronca, claro. Y de momento no estoy nerviosa. No tuvimos tiempo de hacer el duelo de uno de mis pequeñines. Es cierto que en el fondo, me haría muchísima ilusión haber tenido la oportunidad de que se quedaran los tres. Pero estoy contenta y esperanzada de que estos dos sean bien fuertes y continúen conmigo.
La beta la tengo el día 9 de junio, catorce días después de la transferencia. Y mi chico se puso un poco cabezota con que me hiciera el test en casa antes de ir a sacarme sangre. Le convencí de que no era una buena idea. Porque si salía un falso positivo, que puede ser por la cantidad de hormonas que estoy tomando, pues luego el disgusto sería mucho mayor. Una vez que le convencí, decidió que cuando nos llamaran teníamos que estar juntos, así que me pediría fiesta en el trabajo ese día y a la una cuando llamen del laboratorio, recibiremos juntos la noticia.

Lo que peor llevo es no habérselo contado a nadie en persona, porque hemos tenido que hacer malabares para que mi familia no se entere que no estoy trabajando. Mis padres me han llamado justo esta mañana, menos mal que hoy se les ha ocurrido llamarme al móvil y no a la oficina y he conseguido despistarlos. Pero me siento un poco mal por andar mintiendo, u ocultando información a todo el mundo.

Bueno, y ahora pediros perdón por la chapa!! Han sido dos días de muchas emociones. Quería aprovechar para agradecer todos vuestros comentarios de ánimos. He recibo vuestra energía mientras reposaba en el quirófano. Me he acordado de todas y cada una de vosotras. Os he sentido muy cerca. Espero poder daros una buena noticia en breve. GRACIAS!!!!

miércoles, 25 de mayo de 2011

DEL FRIO AL CALOR

Esta es la transformación que ha sufrido mi chico en los últimos meses. Ya he contado alguna vez que era una persona fría, a la que le costaba mostrar sentimientos y hablar de ellos. Siempre me he sentido querida, porque tenía su forma de demostrarlo. Pero desde que descubrimos que nuestro camino hacia la paternidad iba a ser largo y duro, es un pedacito de pan. A mi todavía me sorprende a veces, me pilla por sorpresa un abrazo o un beso. Me derrito cuando me mira con esos ojos azules y brillantes. Cuando me anima si estoy triste, o si me veo fea o gorda.
Además, está haciendo grandes avances en temas como lo de la gatita.
Ayer, estaba un poco preocupado porque pensaba que esta vez también tenía que entrar al quirófano, como el día de la punción, con anestesia ligera y sola. Se le iluminó la cara cuando le dije que no, que era en consulta, una ecografía y me colocaban a los peques. Entonces, me dijo, que él también quería estar y que si a mi no me importaba, claro, le pediría al médico acompañarme. Y que les iba a pedir la "foto". Como me va a importar?
Estos días además, está hablando mucho de su padre. Su padre murió en un accidente hace ya muchos años. El, que era el mayor de los tres hijos, con apenas dieciocho años, tuvo que tomar el papel de padre, ayudando a su madre, poniéndose a trabajar y criando a los pequeños. Creo que por esto él no estaba muy convencido de ser papá, porque ya lo había sido una vez a la fuerza. Yo nunca le he preguntado nada, veo que le duele, y cuando él quiere me va contando historias. Pero estos días atrás me está contando un montón de anécdotas, de recuerdos que me emocionan, porque entiendo que es su manera de decirme que está preparado, y porque creo que mantendrá vivo el recuerdo de su padre con sus hijos.
Del frío al calor también han pasado mis pingüinitos estos días. No me han llamado de la clínica por lo que entiendo que alguno se ha descongelado bien y que la transferencia sigue en pie.
Como me cojo estos dos días en el trabajo, he querido dejar todo bien preparado para que no haya llamadas inoportunas. Ayer hicimos también la compra, ya que no voy a poder coger peso en un par de semanas, no cargarle a mi chico con todo y hacer acopio del aquarius. He preparado también algo de comida para estos días, porque aunque yo me quedo en casa, no quiero moverme mucho y mi chico tiene que trabajar.
Lo que peor llevo es la progesterona. Tres cápsulas cada ocho horas via vaginal, me parece muy desagradable, casi prefería los pinchazos. Esta mañana me he metido un arañazo por ahí, que he visto las estrellas. Estoy todo el día como mojada, y me salen pegotitos blancos (perdón por los detalles). Además, me está dando mucho sueño. Con razón pone en la cajita una señal de peligro con un coche. No creo que pudiera conducir sin dormirme!
Así que la suerte ya está echada. Pensaba que nunca iba a llegar este día, y ya está aquí.
Y aunque todavía es miércoles, como estaré desconectada, os deseo un buen fin de semana!

lunes, 23 de mayo de 2011

PRIMER PASO DE "PAPÁ"

Mi chico no estaba muy convencido de meter un gato en casa. No dan mucho trabajo, pero no quería que pudiera estropear los muebles con arañazos. El siempre había tenído gatos, pero antes vivía en un bajo con salida a un patio y los gatos entraban y salían libremente. Ahora vivimos en un piso, y no tenemos terraza, entonces, aunque el piso es bien grande, el gato tendría que estar todo el día encerrado.
Finalmente le convencí, con dos condiciones: yo siempre limpiaría la arena(el retrete de mi gatita), y me comprometía a que si estropeaba el sofá compraría uno nuevo.
Mi gatita ya lleva casi cinco años con nosotros, y cada semana era yo la que cambiaba la arena y limpiaba su "habitación".
Pues bien, el sábado me dijo mi chico que ya lo hacía él. Que se tendría que ir acostumbrando, porque en cuanto esté embarazada no me va a dejar hacerlo, por el tema de la toxoplasmosis.
Yo me he hartado de expicarle que no hay ningún riesgo. Mi gata solo come comida de gatos, nada de la calle, puesto que no sale y siempre le doy yo de comer, por lo que sé perfectamente lo que come. Sería muy difícil que ella se hubiera contagiado. Pero para contagiarme yo, tendría que tocar las cacas directamente con la mano y llevármela a la boca, o comerme a mi gata, así que las posibilidades son nulas.
Aún así él ha decidido que no quiere correr riesgos y puso fin a mi obligación de limpiar la arena.
Y como es muy escrupulosito, pues se armó de guantes de plástico y se puso un pañuelo en la boca para evitar los olores. Vamos, que parecía que iba a atracar un banco! Pero lo hizo, no le costó tanto, y él estaba muy tranquilo y yo muy orgullosa de él.
Y ayer teníamos consulta. La mañana no empezó bien, porque yo estaba algo nerviosa y mi chico que siempre se levanta de buen humor, me hizo un par de bromas que me sentaron fatal. Bueno, todo se arregló y salimos hacia la clínica.
Nos tocó con el jefe de la unidad, al que no conocíamos, pero era un hombre muy simpático y que nos explicó todo perfectamente. Si mi endometro media más de 7 mm, nos programaban la transferencia.
Pues bien, me tumbé en la camilla, ya sabéis, piernas abiertas, la batita abierta por delante y me hizo la ecografía. No sé cómo distinguía el endometrio del resto, porque yo veía solo una sombra enorme. Lo señaló y me dijo que perfecto, 10,5. Así que estaba estupendo, y nos mandó a laboratorio para pautas para transferencia. Nos entregó la ecografía, nuestra primera ecografía,jeje. Me hizo ilusión, ya ves que tontería, pero sentí que nos trataba con mucha educación y un cierto cariño.
Así que nos fuimos al laboratorio, y me dieron cita para el jueves a la 1 del mediodía. A partir de hoy tengo que tomar además de todo lo que tomaba, progesterona, tres comprimidos intravaginales cada ocho horas. Ahora espero que mis tres pingüinitos se porten bien, descongelen perfectamente y ya puestos, que se queden conmigo.
De vuelta, en el coche, mi chico cantaba, inventaba canciones, tarareaba... Qué haces??
Pues era su manera de controlar los nervios. A ver, es normal que estés nervioso y no siempre se puede controlar. Así que cuéntame lo que te preocupa y lo hablamos.
Me dijo que claro que estaba asustado, pero que no quería que esto nos afectara. Que vamos a pensar que va a ser positivo, porque necesitamos estar positivos. Pero si es que no, no nos llevaremos tanto disgusto como la otra vez, y nos iremos unos días de vacaciones a desconectar. Que tenemos otra oportunidad. Y que si hay que volver a empezar, pues volvemos.
Bien, yo no le puedo prometer que no me vaya a disgustar, pero es cierto que la vida no acabará aquí. Así que aunque deseo con todas mis fuerzas cantar el positivo, si no puede ser, disfrutaremos de una escapadita en el mes de junio.
Nos han recomendado 24 horas de reposo absoluto. Así que me he cogido el jueves y el viernes libre. Después, hemos decidido que vamos a hacer la vida más normal posible. Sin esfuerzos excesivos, pero misma rutina, misma alimentación e intentar pensar lo mínimo en ello hasta el momento de la beta.
Esta ya es la verdadera cuenta atrás.

jueves, 19 de mayo de 2011

miércoles, 18 de mayo de 2011

LA TABLA

El día que tuvimos la última consulta, junto con las recetas de la medicación, nos entregaron una tabla. Exactamente se llama Pauta de medicación-ET- embriones criopreservados.
ET no tengo ni idea de lo que significa. Vamos, el único ET que conozco es el monstruito aquel que se perdía en la tierra y señalaba con su dedo con luz a su casa.
La tabla tiene cinco casillas, ya rellenadas, excepto una que la tengo que rellenar yo. He intentado colgarla, pero no he sido capaz, así que tendréis que imaginar.
La primera fila son los días del ciclo, va del 1 al 28.
La segunda fila la tengo que rellenar yo con fechas. Desde el primer día de mi última regla, 10 de mayo y días sucesivos hasta llegar al 6 de junio que sería el último día de ciclo.
La tercera fila indica Progynova(via oral), que son las pastillitas que me tengo que tomar ahora, una cada doce horas desde el primer día de regla. Dos cada doce horas a partir del quinto día de ciclo, y dos cada ocho horas a partir del noveno día de ciclo.
La cuarta fila, Progeffick (via intravaginal), y sí, son una cápsulas que voy a tener que meterme vía vaginal, a partir del día 14 del ciclo, tres cada ocho horas.
Y la quinta fila, son observaciones, donde indica que el día 13 del ciclo tengo que pasar un control del grosor endometrial, y que el día 14 del ciclo será el dia 0. Día cero supongo que será el día que empiece la cuenta atrás y que saquen a mis peques de la nevera.
Con todo este rollo, estamos como para que me olvide del tema hasta la próxima consulta. Ahora estoy tomando dos comprimidos cada ocho horas, más el ácido folico cada mañana, más unas vitaminas para nervios y circulación desayuno, comida y cena. ¿Como voy a dejar de pensar en esto?
Mi chico mira y mira la tabla y el tío no acaba de enterarse. Yo le pregunto si va a la misma consulta que yo, porque a mi me queda todo muy claro y él siempre sale con dudas o directamente no se ha enterado de nada. Creo que va tan nervioso que desconecta o que su neurona no es capaz de absorver más información.
Desde que le dieron la noticia, allá por el 22 de septiembre, va demasiado asustado a cada consulta, y no respira hasta ver si las noticias son buenas o menos malas.
Desde el primer día de ciclo, me pregunta a todas horas a ver si me he tomado la pastilla. Al tercer día le pedí por favor que no me lo recordara más. Nunca, esto es NUNCA, se me ha olvidado una pastilla, ni cuando tomaba las antibabys, ni cuando caigo enferma ni mucho menos ahora. Y claro, me dijo que menos mal que soy yo la que toma toda la medicación, que a él la mitad de las veces se le habría olvidado y seguro que se hubiera cancelado el tratamiento por no haber seguido bien las pautas.
Nos estuvimos riendo un poco respecto a esto, pero creo que es bastante cierto, además, de que no le veo capaz de estar pinchandose mañana y noche durante casi un mes, entrar a quirófano con anestesia e intentar seguir con su vida. Si cuando tiene gripe pone ojitos de corderito degollao, y se pasa el día en el sofá quejándose, aaayyy, aaayyyy.
Total, que entre tantas pastillas, tanto cambio de pauta y tanto pedirle que me deje tranquila e insistirle que no me voy  a olvidar, la toma de las cuatro se me ha pasado! Lo he remediado rápido, estaba entretenida en el trabajo y me ha dado un pinchazo la barriga, llámese útero, ovario o mi ángel de la guarda, pero me he acordado rápidamente de que se me había pasado. Las he tomado media hora después, que no creo que sea muy grave.
Y bueno, el domingo ya tengo el control. Estoy tranquila, demasiado tranquila me parece a mi, pero con ganas de que nos digan si todo va bien, y cuando voy a poder tener por fin a mis pingüinitos conmigo.

lunes, 16 de mayo de 2011

DEL BLANCO AL NEGRO

El sábado me fui de compras, bueno, de minicompras, solo buscaba un pantalón, que no fuera vaquero, que parece que voy todos los días con la misma ropa. Y aprovechando que está luciendo bastante el sol por aquí, aunque la temperatura todavía es fresquita, pues me apetecía salir un ratito a mirar algo.
Quedé con mi madre, que era lo que solía hacer los sábados por la mañana cuando mi chico trabajaba, y hacía bastante que no quedábamos las dos solas.
Y nos fuimos para la tienda.
Enseguida me di cuenta de que no había sido una buena idea. Creo que me probé como diez pantalones si no fueron más. Ninguno era lo que buscaba, porque tenía una idea bien clara de lo que buscaba, pero se ve que este año, pues no se lleva ese estilo.
Cuando empezamos con las tallas ya empezó la primera tortura, porque mi talla habitual no me entraba, o parecía una morcilla embutida. Así que, a pedir una talla más.
Ya notaba yo de un tiempo a esta parte, que algo de peso había cogido. Y aunque la báscula no me lo dice muy descaradamente, pues se ve que estoy hinchada, que no es de extrañar con tanta hormona y medicaciones varias.
Mientras me probaba, mi madre hablaba con la dependienta, a la que conocemos desde hace un montón de años. Y aunque me iba animando, que si estás estupenda, que si vaya tipazo, que si eres alta, terminó diciéndome que "ensanchamos" con la edad. Vale, pues tendré que ir asumiéndolo.
En un momento dado, mi madre se despistó hablando con un familiar suyo y no me hizo ni caso, por lo que protesté. Entonces, hubo un ataque hacia mi persona, porque consideraban que la prima de mi madre necesitaba atención, que estaba pasando un mal momento.
Yo reivindiqué que también necesito mimitos, todo en tono hamable eh? no penséis que me dio una pataleta en la tienda como a una niña, jeje.
Y entonces mi madre dijo que ni hablar, y la dependienta, que por supuesto no tiene ni idea de nada, me dijo que yo estaba estupenda, que vaya ánimo tengo.
Ay, si yo te contara...
Ya consideré que era el momento de no probarme más pantalones. Y me salí de la tienda con las manos vacías, además de con una sensación extraña y contradictoria.
A ver, no quiero ir dando pena por ahí, ni ir con cara triste, ni parar mi vida y mis relaciones sociales, ni encerrarme en casa a llorar. Pero, me fastidia un poco que mi gente cercana, mi madre, mi familia, mis amigos, piensen que igual no es para tanto, que estoy estupenda, que me sigo arreglando y que siempre sonrío. Que entonces no será tan difícil, que no lo estaré pasando tan mal.
Cuando volvió mi chico, a eso de las siete de la tarde, él si notó que algo pasaba. Le confesé, estoy muy gorda! Le dio la risa. Luego achuchón, besos y estás muy guapa y no quiero verte así. Me animó a ponerme una vestido cortito que le encanta y me invitó a cenar.
A mi tampoco me gusta verme así, paso del blanco al negro en un momento. Me animo y me desanimo al segundo. Y esto es difícil para mi, difícil de llevar para mi chico y se ve que difícil de entender para el resto.

jueves, 12 de mayo de 2011

PREMIO

Juliette y mamá de parrulin han tenido el bonito detalle de obsequiarme con este premio



Pero el premio viene con truco y tengo que responder a siete preguntitas.

1.- Tics y gestos ajenos que te sacan de quicio
Me sacan de quicio tantas cosas!! La verdad que la paciencia me temo que no es una de mis virtudes. No soporto la gente que se acerca mucho para hablarte, pero mucho mucho, tanto que puedes hasta olerle el aliento. Los que tocan continuamente, te cogen la mano, el brazo, el hombre... Los que asienten continuamente mientras hablas, ya sea con un gesto de cabeza o con un ajá, ajá. Los que entran a un sitio sin saludar y salen sin despedirse. Los que han abandonado al desodorante y no el desodorante a ellos, que a las nueve de la mañana ya apestan! Y bueno, no sigo ya eh?

2.-Confiesa: cual era tu mote en el colegio/instituto? Cuál es el mote más cruel que has puesto?
Mi nombre es un poco raro así que no me pusieron ningún mote. Mi padre, mi hermano mayor y mi tío pequeño me llamaban pipo de pequeña, y todavía ahora alguna vez.
Yo tampoco he sido de poner motes, pero a mi chico le encanta, así conocemos a Gorbachov, Rubalcaba, el sheriff, el bocachancla, el pitoduro...

3.-Cuando eras pequeña qué querías ser de mayor?
De pequeña quería ser profesora. Después quería trabajar en un banco. Finalmente estudié administración y en eso trabajo.

4.-Palabrota de cabecera.
Buf, digo muchas palabrotas. Cuando me enfado no grito, ni pego golpes, pero suelto cada prenda. Estoy intentando pulirlo pero me cuesta. Los cojones y hostia(con perdón), las que más utilizo.

5.-Prenda de ropa/modelito absurdo que posees/has poseído y no te pondrías ni muerta.
Todo lo que me compro sé que lo voy a usar. Siempre he vestido discreta y sencillita. Aunque guardo alguna cosilla de cuando era joven y delgada, faldas muy cortas y ombligos al aire, que ahora no me pondría, pero por pudor, no tengo ya edad, jeje.

6.-Qué te toca las pelotas de tu pareja por mucho que la quieras.
Detesto que fume, soy una ex-fumadora insoportable. Y lo perezoso que es, le cuesta levantarse y arrancar. Entramos a trabajar a la misma hora, pero para cuando él se levanta yo ya me he duchado y he preparado el desayuno y al final siempre le tengo que estar esperando!

7.-Cuál es el regalo más cutre que te han hecho o has hecho?
Ninguno de mis regalos es cutre!! Buenooo, o no me lo han hecho saber...
Los peores regalos que recibí fueron para mi boda, "preciosos" juegos de café y un reloj metido en una especie de urna de cristal con bordes dorados... indescriptible. Todo esto terminó en una ong. No eran regalos de mi familia, claro. Mi gente me conoce muy bien y aciertan siempre. Aunque esto también me alucina. No sé si me conocen tanto o es que soy muy poco exigente.

Y bueno, ahora me tocaría pasar este premio, pero os lo regalo a todas. La que ya lo tenga no hace falta que responda dos veces. La que no lo tenga, me encantaría leer sus respuestas.

miércoles, 11 de mayo de 2011

NO SE SI ME HE EXPLICADO BIEN

Cuando empezamos a buscar el bebé, no se lo dijimos a nadie. Mi chico es muy discreto para estas cosas. Y yo, la verdad, pensaba que sería pan comido y pensaba que ya les daría directamente la noticia.
Cuando empezó a pasar el tiempo y el embarazo no llegaba, ya me costaba más. Mi familia estaba un poco pesada con el "para cuándo". El primero que se enteró fue mi hermano mayor, que me comentó de una amiga suya que estaba de tratamientos y lo estaba pasando muy mal. Y yo le aconsejé que no le presionara que esto es duro y entonces le confesé que llevábamos cerca de siete meses y nada. Mes arriba, mes abajo, una mañana de sábado que salí con mi madre a tomar un café, me preguntó que a ver si no nos animábamos, que ya iba cumpliendo años y que tendría que ir pensando el tema en serio. Ese día me había venido la regla, estaba muy sensible, y me eché a llorar en la cafetería (qué vergüenza!), y le conté todo.
Ella se disculpó, me dijo que no pretendía hacérmelo pasar mal, que me tranquilizara y que ya llegaría.
El tiempo pasó y el embarazo no llegó, pero eso es otra historia, o la misma.
Mi madre es una gran madre, nos tuvo muy joven, yo que soy la pequeña , nací cuando ella tenía 25 años y soy la tercera. Han tenido que pelear mucho mis padres para sacarnos adelante y han hecho todo lo mejor que han podido.
Mi relación con ella ha sido siempre buena, excepto en la adolescencia que mis neuronas estaban un poco atrofiadas y les hice sufrir un poquito.
El caso, es que ahora nuestra relación sigue siendo muy buena, hablamos casi todo los días, puedo contarle muchas cosas incluso íntimas y presumo de madre joven, porque hoy por hoy está estupenda.
Pero mi madre es muy negativa. No sé en qué momento empezó a ser así, o en qué momento me di yo cuenta de esto. Supongo que cuando yo ya era un poco adulta, que descargaba conmigo sus desanimos y preocupaciones. Claro, yo les comento a mis hermanos y ellos ni se dan cuenta.
La frase preferida de mi madre es: "ay, hija, qué mal estoy!"
No conseguimos que vea el lado positivo en nada. Cuando encontrábamos un trabajo, o cambiábamos para mejorar siempre veía que si teníamos que ir lejos, que si teníamos que coger el coche... Cuando les ofrecen unas vacaciones, un viaje o una escapada, siempre pensando en la carretera, en el gasto, el dinero...
Para que os hagáis una idea, mi hermano que hace tres meses que sale con su chica, le comentó que a finales de junio se irían de vacaciones unos días. Y ella respondió: eso si seguís juntos.
Yo no me callo con ella, porque cansa un poco, porque no tiene motivos para ser así, porque somos una familia sana, humilde y trabajadora y estamos bastante unidos.
Ahora le ha dado por decir que los hijos no hacemos más que darle disgustos... En fin, esto me lo dice a mi, insisto, que con mis hermanos siempre está todo genial y todo fantástico.
Bueno, pues este fin de semana tuve un pequeño encontronazo con ella.
Después de suspender mi tratamiento por hiperestimulación, y al sentirme un poco agobiada y haberme arrepentido de que tanta gente supiera el tema, yo decidí que no contaría nada hasta que hubiera noticias finales, esto es, un positivo o un negativo. Pero nada del proceso.
Como no le hizo mucha gracia, le pregunté si prefería que le llamara un día para decirle que iba a ser abuela, o quería saber cada movimiento, cada pinchazo, cada paso por ecografía y estar sufriendo un mes o más por la espera. Me dijo que mejor no le dijera nada que lo pasa mal, de acuerdo.
A lo que iba, este fin de semana, en la sobremesa, hablábamos mi hermano y yo de la posibilidad de ampliar nuestra familia gatuna, que hay una chica que conocemos que colabora con una protectora y que acudiríamos a ella en caso de decidirnos.
- dejaros de gatos y traerme nietos!!, fue la respuesta de mi madre.
Yo me quedé muerta y mi hermano blanco. Le dije, que tenía que pensar que igual no podría haber nietos nunca, que es algo que todavía no sabemos, que el gato vas y lo coges.
- Tenéis algún problema o que? , ahí sí que ya no sabía dónde meterme. Y no sé, me calenté, quizá no debí, pero, así fue.
Le respondí que si le parecía poco problema el que teníamos, que bastante duro era ya el tema como para que presionara, que se diera cuenta de que me duele más a mi que a ella y que hoy por hoy, nadie nos garantiza que esto vaya a salir bien.
Entonces, mientras recogía mis cosas para irme, oí como mi hermano le decía que se había pasado, y cuando llegué al salón, mi padre me dijo, hija, tienes razón.
Así que me eché a llorar, no sin antes despedirme.
No me ha vuelto a decir nada, no ha vuelto a preguntar nada. Pero yo no entiendo como viendo siempre el vaso tan vacío, ha podido hacerse la ilusión de que esto era llegar y besar el santo. Creí haberle explicado bien todo el proceso, los pros, los contras y las posibilidades.
No estoy orgullosa de mi reacción, diré que son las hormonas, pero al menos, he conseguido que nadie en mi casa vuelva a sacar el tema.
Estoy convencida de que en breve podremos reirnos de todo esto.

martes, 10 de mayo de 2011

Y CUARENTA

Efectivamente, mis ciclos son de cuarenta dias. O al menos lo han sido estos dos últimos ciclos. Aunque no voy a hacer un estudio, porque esta espero sea mi última regla del año y de los próximos nueve meses.
Sí, ya me ha bajado. Me he encontrado esta mañana la sorpresa. Y ha sido sorpresa porque no me dolía la cabeza anoche, ni la tripa y he dormido estupendamente. He dormido como nunca y me he despertado hoy con una sensación de felicidad extraña, y no, todavía no me estoy drogando...
He entrado a despertar a mi chico, a contarle las novedades y más que nada, que tenía la medicación en el dormitorio y tenía que cogerla. Otra vez decepcionado, pero esta vez menos. Me decía que quería dar el resto, que mejor hubiera sido que no hubiera sido un retraso, si no que lo habíamos conseguido.
Ya, eso era muy difícil, sobre todo porque la inyección del día 21 era una especie de anticonceptivo, pero bueno, yo entiendo que él quería demostrar su "hombría" y no ha dejado de intentarlo.
Pero estamos contentos y estoy bastante tranquila. Claro, que supongo que según vayan pasando los días, esto también irá cambiando.
De momento ya tengo hora para control de endometrio el día 22 de mayo. No sé cómo me lo monto, pero siempre me toca ir o en domingo o en festivo. Pero al menos no me harán madrugar y tenemos que estar allí a las once de la mañana.
Mientras, hoy empiezo a tomar una pastilla cada doce horas. En unos días, una cada ocho horas y hasta llegar la semana que viene a tres pastillas cada ocho horas. Así que espero que mi endometrio esté cómodo y bien acogedor para que mis pingüinitos se sientan como en casa.
Así que allá vamos.

lunes, 9 de mayo de 2011

SIN NOVEDAD

Día 39 del ciclo y la regla sigue sin aparecer. Según había calculado y comparado con el ciclo anterior, pues me tendría que venir mañana pero a estas alturas ya hasta lo dudo.
He pasado el fin de semana tranquila, aunque pendiente. Claro, no es plan de que me confíe y me olvide, y me pille por ahí y no me entere y tengamos que venir de urgencia a casa a cambiarme la ropa no?
Bueno, esto no me ha pasado nunca. Siempre he sufrido de ciclos irregulares lo que me hacía estar muy pendiente. Ya en el instituto, llevaba siempre en la mochila una compresa para emergencias. Y todas las compañeras sabían que así era, y a más de una he sacado de un apuro.
Hacia los veinte más o menos empecé a tomar las pastillas. Primero para regular los ciclos, aunque también para controlar el acné y por último para evitar embarazos, claro. Esto último me hace gracia ahora. Aunque me consuelo pensando que mi acné estaba controlado y mis ciclos eran puntualísimos de 28 días.
Llevo más de una semana con las tetas como globos, hinchadas y sin poder tocarlas, nisiquiera tolero el agua de la ducha. Esto ha sido un síntoma habitual mientras tomaba pastillas pero ya hacía tiempo que no me sentía así.
Y tengo la cara como una paella, como una adolescente. Y esto aumenta mi inseguridad. Ayer me sentía fea, fatal, horrible. Y mi chico que me tiene ya calada, cuando terminé de vestirme me dio un abrazo diciendo "ay, qué guapa estás". Sí, es que es un poco pelota el pobre, jeje.
El sábado tenía depilación. Mi esteticién es una chica muy sensible, transmite tranquilidad, seguridad y siempre nota si tienes algún cambio en tu vida, ya sea positivo o negativo. Pero también es muy discreta y no pregunta nada que pueda molestar.
Ahora se ha convertido en mi cuñada, y todavía es más discreta si cabe, porque sabe que he decidido no contar nada a nadie. Pero me miró la cara y no pudo aguantarse. Y me dijo que parece que mi cuerpo quisiera decirme algo.
Así que en estas ando, intentando saber qué quiere decirme mi cuerpo. Será que no quiere que me pase el verano gordita sin poder tomar cervecita y ponerme hasta arriba de helados. Será que cree que es mejor que primero me tome unas vacaciones y luego entremos a saco en el tema. Será que considera que tengo que relajarme aún más y esperar más.
Pues no lo sé. La verdad tampoco sé si quiero adivinarlo. Solo quiero disfrutar de esta primera oportunidad de que me transfieran los congelados y cada vez la veo más lejos.
Por cierto, hoy me he descubierto flujo clara de huevo. Y esto sí que no sé lo que significa a estas alturas.
Pues nada, seguiremos esperando.

jueves, 5 de mayo de 2011

EL COFRE DEL TESORO

Hace unos días me encontré con una ex-compañera de trabajo. Tiene una niña de nueve años, y hablando de todo un poco, me comentó un "experimento" que habían hecho hace poco en el colegio.

La profesora llegó un día con una cajita, y les dijo que tendrían que pasar uno por uno a ver su contenido. No podrían comentar nada de lo que han visto al resto de compañeros hasta que todos hubieran pasado a verlo. Pero les aseguró que era el mayor tesoro que jamás hubieran visto.
Así que uno por uno fueron pasando a ver el contenido del cofre. Y volvían todos en silencio a sus asientos. Algunos con cara de sorpresa, otros con una media sonrisa, incluso alguno emocionado.
Mientras esperaban, y observando la reacción de sus compañeros, los niños entre ellos comentaban, qué habría en el cofre. "será una piedra preciosa", "será un animalito", "será un buen libro"....
Finalmente, cuando la niña, nerviosa, se acercó al cofre y lo abrió, se encontró con su reflejo en un espejo. Ese era su mayor tesoro.

Reconozco que discrepo bastante de la educación de hoy en día, en la zona en la que vivo al menos, pero me pareció estupendo que con niños relativamente pequeños, trabajaran la autoestima y les hicieran reflexionar, que aprendieran a valorarse, y a creer que ellos están por encima de cualquier joya o tesoro material.
También reconozco que se me saltaron las lágrimas, sí, soy muy sensible. Mejor dicho, estoy muy sensible. Pero me pareció tan emocionante poder encontrarse en esa situación. Pensé en lo que hubiera sentido yo, con esa edad, todavía todo por descubrir, todavía creyendo en cuentos de hadas. Y lo bien que nos hubiera ido a más de una si nos hubieran enseñado a valorarnos un poquito más. No sé qué pensarán estos niños cuando lleguen a la adolescencia, o cuando tengan mi edad, o si se acordarán del experimento que un día hicieron en el cole, pero yo lo guardaré en mi memoria y ahora en este blog, y espero poder utilizarlo en el futuro.

Por lo demás, seguimos igual, a la espera. Para relajar mis nervios y mi mal humor, he considerado que habiendo sido el anterior ciclo de cuarenta días, voy a pensar que este también lo va a ser. Por lo que pasamos la fecha de regla, a pesar del chutazo, al próximo 10 de mayo. Así al menos, paso el fin de semana relajada.

miércoles, 4 de mayo de 2011

UN POQUITO DE HUMOR

Como estos días he estado de muy mal humor, pues hoy he recibido este mail de mi hermano. Sí, mi hermano es muy gracioso (nótese la hironía). Bueno, el caso es que me ha sacado un sonrisa. Espero que os guste.

MONOLOGO DEL EMBARAZO

El verano pasado mi hijo Alejandro, cumplió 4 años, y, cuando sopló las velas, mi mujer y yo le dijimos:
- Cariño, pide un deseo. A ver, ¿qué has pedido?
Y el niño nos mira así, todo ilusionado, y nos dice:
- Una play station o un hermanito.
Y mi mujer y yo nos miramos. Y dijimos: ... la playstation son ochenta mil."
Así que fuimos a por la parejita. Si lo llego a saber, va ella sola. Hay que ver lo rápido que se queda embarazada una novia, y lo que cuesta dejar embarazada a tu mujer.
Es verdad: tú llevas un mes saliendo con una chica, estas parado, le caes mal a sus padres, no te quitas el condón ni pa ducharte.
¡Y la dejas embarazada a la primera!
Ahora, como vayáis a por el niño.
¡Es mas fácil sacarla de España de tanto empujar, que dejarla embarazada!
Eso si, os ponéis los dos muy melosos:
Velitas, incienso, música de saxofón. Porque piensas: vamos a hacerlo con mucho cariño para que sea fruto del amor.
Después de seis meses sin que se quede embarazada dices: "a ver si va a ser mejor que sea fruto de un polvo".
Sí, porque pasa como con el fútbol. Jugar bonito le gusta a todo el mundo, pero lo que cuenta es meter gol.

Así que vais a consultar al ginecólogo. Y el tío te dice:
Esto es normal. Tenéis que insistir más. Total, que te receta los polvos como si fueran Frenadol:
- Tres al día cada 6 horas. Cuando llevas dos meses a este ritmo, te quieres morir.
Lo peor es la semana de ovulación. Porque, por lo visto, en esos días sube la temperatura. Y eso aumenta la fertilidad.
Así que mi mujer está todo el día con el termómetro.
Y claro, de repente, estás en medio de una reunión y suena el teléfono:
- Cariño, me ha subido. Vente corriendo. Tiene que ser ahora mismo.
Y a ver como se lo explicas a tu jefe:
- Mire, me tengo que ir, es que... a mi mujer le ha subido la temperatura.
- ¿y no puede atenderla un médico?
- Hombre. Es que preferiría que el niño fuera mío.
Y llegas a casa y te la encuentras ya desnuda y preparada, que dices:
- "Jo, yo así no puedo! ¡Esto es como comer pipas peladas.!".
Y es que ella no piensa en otra cosa. ... que parece un tío!

Y yo me siento como una máquina.
Vamos, que cuando terminamos me dan ganas de decirle:
- ¡su espermatozoide, gracias!
Y, encima, todo el mundo te da consejos: hacerlo en la postura del misionero, con luna llena, que ella se ponga un cojín debajo y que después de hacerlo se pegue media hora tumbada con los pies en alto.
 ¡La pobre!

Es la primera vez que soy yo el que tiene que decirle a ella:
¡Aguanta, aguanta un poco más!
Al final, cuando vimos que no había forma, volvimos al médico, y va y me dice:
-Bueno, pues lo mejor va a ser que se haga un análisis de semen, porque puede que tenga usted pocos espermatozoides.
Que tú piensas:
- " ... seis meses... a seis polvos diarios! ¡Lo que me extraña es que me quede alguno!".
Y el médico:
- Aunque también podría tratarse de astenospermia.
Lo que se conoce como... Espermatozoides vagos.
Y mi mujer:
-¡Buah! ¡Pues va a ser eso! Porque se pasa el día tocándose los huevos.
Y el otro:
- Usted no se preocupe, que si es eso, podemos extraerlos e implantarlos en el óvulo.
Si hombre. ¡Una cosa es que sean vagos y otra ponerles taxi para recorrer doce centímetros!
Y el médico:
- Es que esto es muy difícil, tenga en cuenta que de millones de espermatozoides sólo puede ganar uno.

-¡Mira, como en Gran hermano!
El caso es que tienes que hacerte el análisis.
Te meten en una habitación con un vasito y un montón de revistas porno.
Y tú te sientas allí, a ver si se anima.
Pero estás mirando un montón de fotos de tías en pelotas y lo único que piensas es:
- "Uy, fíjate ésta... con las caderas tan estrechas va a tener problemas en el parto, eh?
- Uy, esta otra...con toda la silicona que se ha metido...¡a ver como amamanta al niño!

Y encima, mi mujer desde fuera:
- ¡Cariño! ¿Has terminado ya? ¡En casa no aguantas tanto!
Total, que al final, con mucha buena voluntad,consigues llenar el vasito.
Pero luego te pasas toda la semana jodido mientras esperas los resultados.
Lo peor de todo es que empiezas a dudar de que el niño que ya tienes sea tuyo, miras al niño, y piensas:
- "si, de acuerdo, Alejandrito es clavado a mí, pero yo tengo una cara muy corriente".
Y te acuerdas de esa insistencia de tu mujer en ponerle Alejandro.
¿Qué pasa, que Santi no es bonito?
Y ya para colmo es cuando llega tu suegra y le dice:
- ¡Ay, que niño tan listo!¿A quien habrá salido?
Que ahí ya dices:
... ¡es verdad! ¡A ver si tampoco va a ser de mi mujer!
Pero de pronto reaccionas: ... me estoy emparanoiando!!
¡Alejandro es mío!
Hay que tener en cuenta que, en aquel tiempo, dejarla embarazada era más fácil:
Yo estaba en paro, mis suegros me odiaban, me ponía condón.
... ¡lo teníamos todo a favor!
Al final nos dieron los resultados y por lo visto, no me pasa nada.
Lo que tengo es estrés.
Así que le he comprado al niño la Playstation, a ver si jugando me relajo un poco.

martes, 3 de mayo de 2011

ENFADADA CON MI CUERPO

Eso es, estoy enfadada con mi cuerpo, y de rebote con la vida y con todo el que me rodea. Ya estoy otra vez con un retraso, tres días.
Yo que de un tiempo a esta parte confío bastante en la ciencia, entre otras cosas, porque no me queda más remedio, pues pensaba que el chute del jueves santo, serían como me dijeron, diez días y  regla. Así que ya estaba contando las fechas en la que me harían la transferencia y la beta, día arriba, día abajo.
Pues pasó el sábado, pasó el domingo, pasó el lunes y vamos por el martes y nada de nada. Y a cada rato me frustro más, me enfado más y me entran ganas hasta de llorar, pero de mala leche eh?
Es casi parecido a cuando no la esperaba, que cada momento iba al baño y miraba, bien, no está!
Pero todo lo contrario, no está, sigue sin estar, relájate que así será mejor, verás que siempre te viene por la noche, una noche, dos noches, tres noches...
Eso sí, como para reirse de mi, mi cuerpo manda señales. El viernes tenía dolor de ovarios, de cabeza y escalofríos, síntomas típicos de que esa noche hay sorpresa, pues no. El sábado, lo mismo. Ya el domingo se me quitó el dolor de cabeza pero me empezaron a doler los pechos, y ayer más de lo mismo.
Pero estamos a martes y nada de nada.
Mi chico ya, disimuladamente, me pregunta esta mañana a ver cuando tenemos que volver al médico. Pues fácil, de cuando me rompa(él lo llama así) 13 días después. Y? Pues nada, seguimos esperando.
Así que no podemos hacer planes de nada, no sabemos si el cumpleaños de la abuela, la suya,  nos pillará en el hospital, de reposo o nisiquiera me habrá bajado y hablo del veintipico de mayo.
Con este cabreo que llevo en el cuerpo, pues llevo un par de noches con pesadillas. Y aunque llevo ya un tiempo preparando mi cuerpo para recibir a mis pequeñines, comida sana, respiraciones, infusiones, etc. Después de comer he sucumbido a un donuts de chocolate. Mierda! me vuelvo a cabrear pero esta vez por la falta de voluntad, en fin.
Y dicho esto, que por más vueltas que le de no voy a arreglar nada, tengo que agradecer a siempre mamá por haberme dado un premio:

Gracias guapa! no sé qué haría sin todas vosotras!
Y como tengo que ofrecer este premio a otros diez blogs, hago como siempre y os lo ofrezco a todos los que sigo, porque no podría decidirme y pienso que todos se lo merecen.
Pero sí que se lo quiero dedicar a Carmen, de mi tratamiento fiv-icsi, que tras diez años de lucha, ya tiene a Leire con ella. Felicidades campeona!!