domingo, 30 de marzo de 2014

EL APRENDIZAJE

Cuando comento con alguien, o hago un resumen mental de estos ultimos años, siempre llego a la conclusión de lo mucho que he aprendido.
Por ver el lado positivo. Aunque ya sabemos, mal de muchos, consuelo de tontos.

Pero es cierto.
He aprendido las sorpresas, no siempre gratas, que te da la vida.
He aprendido que no soy la única a la que le pasa.
He aprendido que la suerte es un factor importante.
He aprendido cantidad de términos médicos, y alguna lección extra de biología.
He aprendido a ponerme inyecciones, cuando antes me mareaba en una simple  analítica.
He aprendido a levantarme una y otra vez. A sonreir a pesar de tener el alma muerta.
He aprendido a esperar.
He aprendido el valor de las pequeñas cosas.
He aprendido a disfrutar del aquí y ahora.
Y he aprendido que no todo sacrificio, tiene recompensa.


Pero de todo este tiempo, lo único que realmente me llena, es la cantidad de personas que he conocido, algunas de las cuales se han convertido en grandes amigas.

Todo lo demás es prescindible. Que yo no necesitaba saber todo esto, no necesitaba aprenderlo. 
Vivía antes feliz. En la ignorancia, pero feliz.

Seguiré informando.

miércoles, 26 de marzo de 2014

LA CULTURA DEL ESFUERZO

Se habla mucho últimamente, de la cultura del esfuerzo. De que nuestros jóvenes o adolescentes, no han sido educados en esa cultura, y por lo tanto, no tienen capacidad de frustración o de aceptar la negativa.

Mis padres se encargaron bien de educarnos en esa cultura.
Los regalos que se recibían en casa era por Reyes, y por los cumpleaños. Yo cumplo en febrero, así que no os digo más.
No había caprichos. Si los queríamos, teníamos que conseguir ahorrar de nuestra paga para hacernos con ellos.
Suerte teníamos que nuestros abuelos nos mimaban un poco, y algo sacábamos.
Ya de más mayorcitos, negociábamos para conseguir las cosas. Recuerdo por ejemplo que se me antojaron unos Levis, pues tenía que guardar parte de mi paga hasta llegar a una cantidad, y el resto, me lo daría mi madre, si le ayudaba en casa y con la costura.
No había regalos por buenas notas, porque era nuestra obligación estudiar. Ni regalos si nos portábamos bien en el médico, o estábamos enfermos. Alguna vez he conseguido algún libro, pero eso no era un capricho para mi madre.
Bueno, os podéis hacer una idea.

A pesar de lo que pudiera parecer, mis padres no han sido excesivamente duros ni estrictos, pero sí que nos han enseñado a esforzarnos por conseguir lo que queríamos y a luchar para llegar a nuestras metas.

Y qué ha pasado? Pues que ha llegado un momento, en que he descubierto que ningún esfuerzo ni ninguna lucha a veces es suficiente.

Así que aprovecho para informaros desde aquí: por mucho que nos esforcemos, no siempre se consiguen las cosas.

Todos seguramente conocemos a alguien, que sin merecerlo, ha conseguido un buen trabajo, una pareja estupenda, o todo aquello que se proponga, incluido ser padres.

Y con la experiencia que me dan los años, he deducido que hay gente que nace con estrella y otros, nacemos estrellados. Hay gente que no tiene que pelear por nada, que las cosas le caen del cielo, y estamos los que, a pesar de todo lo que nos esforzamos, no llegamos ni a la mitad de lo que pretendemos.

Yo no me puedo quejar, hay muchas cosas que he conseguido, que me han venido solas y de las que me siento bien orgullosa y valoro cada día.
Pero llevo mucho tiempo luchando, intentando no decaer, por algo, por lo que aún me queda mucho por pelear.

Hay muchas de las cosas que hicieron mis padres, que querría hacer con mis hijos. Pero tengo claro, que les enseñaré también, que hay que luchar y esforzarse, pero eso no va a significar que vayan a conseguir su meta. Eso sí, se acostarán cada noche con la conciencia tranquila y la sensación del trabajo bien hecho.

Aunque también les enseñaré, que no dejen nunca de soñar. Porque la vida es sueño y en ocasiones, te sorprende.

Seguiré informando.

miércoles, 19 de marzo de 2014

L'ADOPTION - Y AHORA QUÉ?

Pues como no podría ser de otra manera, seguimos con el monotema.
No será porque últimamente no se me ocurran cosas que escribir, pero desde que dejé el trabajo, me cuesta horrores sentarme delante del ordenador. Prefiero hacer otro montón de cosas que me ofrece el día!
Aunque os voy leyendo a todas a ratitos, a veces es complicado comentar desde el móvil. Pero sigo por aquí, aunque no se me vea.

Bueno, a lo que íbamos. Como ya os conté, hace cosa de un mes, recibimos la carta con la idoneidad, el apto para adoptar un niño.
Una vez se relaja el subidón, pues tenemos que dar el siguiente paso, y aquí, es cuando surgen todas las dudas, ahora qué?
Pues bien, en principio teníamos que elegir el país. Tarea difícil donde las haya. Porque creo que ya hemos casi elegido cuatro, de los que dos han cerrado adopciones internacionales, por diferentes motivos, pero indefinidamente, otro está en conflicto armado, y el otro, pues no disponen de niños tan pequeños para adopción internacional.

Así que solicitamos cita en el Conseil General, a ver si podían echarnos una mano, u orientarnos un poco hacia donde seguir.

Y la verdad, que lo que empezó con un "pues sí, es que las adopciones internacionales están muy difíciles", y con nuestro consiguiente cabreo, después de recorrer casi doscientos kms para eso, terminó con un montón de papeles, datos, contactos, nombres y direcciones.

En Francia hay tres opciones de adopción:
-AFA (Agencia Francesa de Adopción), perteneciente al estado.
-OAA (organismo autorizado para Adopción), organismos independientes aunque en contacto con el estado.
-Adopción individual. Esto es, vas por tu cuenta y riesgo, con un abogado. Algo que no admiten apenas ningún país, pero que en caso de elegir esta opción, puedes agilizar los trámites. Aunque también tiene sus riesgos y los gastos son más elevados.

Pues bien, ahora todavía no es el momento de elegir país ni agencia. Y como nosotros no tenemos predilección por ningún país o raza en concreto, aunque tiramos algo más por Africa, la idea que nos han dado, es que nos dirijamos a todos.

Para al AFA, solo se puede enviar una solicitud. OAA, hay tantas, casi como paises. Así que tenemos que enviar una solicitud, con nuestros certificados de idoneidad, los informes psicológicos y sociales y algún otro documento.
Igualmente, nos pondremos en contacto con una familia que hizo adopción individual, y que viven muy cerca de aquí.

Una vez reciban nuestras solicitudes, algunos aceptarán y otros no. De los que acepten, entonces será ya el momento de elegir el país definitivamente.

Así que este es nuestro siguiente paso. En ello estamos.

Seguiré informando.

sábado, 15 de marzo de 2014

A MI NIÑO DE PAÍS MUY LEJANO

No sé cómo eres, cuántos años tienes, ni en qué país naciste.
No sé de qué color es tu piel, de qué color son tus ojos, no sé a qué hueles ni que sexo tienes.
No sé cómo será el día que te vea por primera vez, no sé si me abrazarás o te asustarás.
No sé si tendré que secar lágrimas o abrazaré sonrisas.
No sé qué ropa llevarás, ni la que llevaré yo.
No sé si hará frio o calor. Si será invierno, primavera, otoño o verano.

No sé si te gustará la habitación que te preparemos. Si te gustará la casa o la ciudad.
No sé si te gustarán tus juguetes y tu colegio.
No sé si te harás amigo de la gordita o escaparás de ella.
No sé si habrá más niños o serás nuestro único niño.

Sólo sé que pienso en ti a cada rato. Que te imagino despierta y te sueño.
Sólo sé que no veo el momento en que por fin pueda tenerte en mis brazos.
Sólo sé que rezo con todas mis fuerzas para que el tiempo pase rápido.
Sólo sé que tú eres para mi, porque tienes que ser tú y tengo que ser yo. Que alguien quiso que así fuera.
Sólo sé que me duele no poder apretarte entre mis brazos, consolar tus lágrimas y compartir tus risas.


Y solo sé que te quiero. Te quiero de la manera que se quiere a quien no conoces, de una manera irracional e incondicional.
Te quiero tanto que duele. Te quiero tanto que espero.
Te quiero tanto, que he aprendido a decir te quiero.




miércoles, 5 de marzo de 2014

HASTA DONDE ESTARÍAS DISPUESTO A LLEGAR?


No para tener un hijo. Que de esto ya han hablado otros blogs, y cada uno, llega hasta donde puede. O hasta donde creen que estén los límites.
Hace no mucho, en un hospital de la zona, una chica intentó robar un bebé. Alegaba que había perdido el suyo por una negligencia médica, y que quería su bebé. En este caso no era el suyo, era de unos recientes padres que se llevaron un buen susto.
Pero que levante la mano la que no haya pensado en un momento de desesperación, hacer algún tipo de locura, con tal de conseguir tener esa familia que tanto ansiamos.

Pero no, en este caso no me refiero a eso.
El otro día, tras ver una película, de esas que te hacen pensar, marido y yo tuvimos una conversación, de esas que te hacen pensar también.
Él decía que sería capaz de sacrificarse, que si el problema fuera al 100% suyo, y encontráramos a la persona adecuada, aceptaría que yo tuviera un embarazo de otra persona, por decirlo así, fuera del matrimonio, pero que ese hijo sería nuestro y que nunca me reprocharía nada.

Yo desde luego, no compartía esa opinión. Lo primero porque no sería capaz de ir a acostarme con un tio, porque sí, por un hijo o por todo el oro del mundo. Y que si fuera al revés, aceptaría que decidiera buscarse otra mujer para tener su hijo, pero yo desaparecería del mapa. No podría aceptar a ese hijo como mio, ni podría borrarme de la cabeza que marido se hubiera acostado con otra con ese fin.

El insistía en que solo era trabajo. Que era una manera más fácil y economica de conseguir nuestro fin. Pero la verdad, era hablar por hablar, porque ninguno de los dos estamos en condiciones de aceptar a otra persona, no conseguiríamos nada. (venga, vale, si es Hugh Jackman, me lo pienso...)

Sin mucho convencimiento, intentó igualar la adopción con el caso que me planteaba. Obviamente, no tiene nada que ver.
Yo desde el principio fui capaz de aceptar semen de donante, aunque finalmente no hizo falta. Con un poco más de trabajo, pude aceptar la posiblidad de una ovodonación, o donación de embriones incluso. Desde luego, estoy deseando que llegue mi niño de país muy lejano.
Pero es que, en todos y cada uno de los casos, esos niños serán NUESTROS.
Pero si un día viene marido, que "uy, perdona, tengo que contarte algo, verás, es que, no significó nada, tenía que intentarlo..." o cualquier excusa que se pudiera imaginar, ese hijo nunca sería mio. Porque ha sido el hijo de una infidelidad, y el niño, tiene una madre. Que quién te asegura que reniegue de él?

Bueno, toda esta conversación, delante de una paella y ante la mirada atónita del camarero, que no se alejaba mucho de la mesa, por si se perdía algo interesante.

La conclusión final a todo esto, y en lo que estábamos totalmente de acuerdo, es que si años atrás, alguien nos hubiera dicho "Tienes dos opciones, cortarte un dedo, o pasar por años de sufrimiento, tratamientos, dolores, betaesperas, negativos, esperas, burocracia...", sin dudarlo, nos cortábamos el dedo. Es más, yo me cortaba la mano entera.

Seguiré informando.