lunes, 22 de febrero de 2016

DE LOS CUARENTA, LONDRES Y COSAS VARIAS

Bueno, como parece que me paso por aquí una vez al mes, se me acumulan los temas, así que haré un pequeño resumen.

La última vez os decía que estaba bien. Pues me duró, lo que duran dos peces de hielo... Exactamente hasta el 7 de febrero, o para ser sincera, unos días antes, que los cuarenta asomaban amenazadores por cualquier esquina.
Y llegaron, y me derrumbaron.

Y como siempre, la teoría me la sé. Que sí, que solo tengo un día más, que es lo mismo que ayer, o lo mismo que mañana. Y no, no es el tema de arruguitas, canas (de esas peino hace ya mucho), o michelines. Porque fisicamente me encuentro mejor que nunca. El cambio de alimentación y la rutina en el deporte, han hecho que recupere mi figura pre-tratamientos y mi peso de siempre. Ese que hace que mi madre me diga "hija, que estás muy delgada".

Pero esa barrera, ese sentimiento estúpido del cambio de cifra, ese sentir que mis posibilidades se acaban, que el milagrito será más difícil todavía que llegue. Y sobre todo, esa falta. Echar de menos eso que no tengo, ni nunca he tenido. Ese sentir la falta de alguien que nunca estuvo.

Ah, otra cosa que me trajeron los cuarenta, lentes progresivas. Cómo os quedáis? ¿A que esto suena realmente a abuela? Pues ya veis, las que nacimos con gafas, tenemos el grandísimo honor de lucir esas cómoda y carísimas lentes, a la "temprana" edad de cuarenta.

También me trajeron una miniescapada a Londres. Fue tan mini, que no sería capaz de rellenar una entrada solo sobre esto.
Así que resumiendo:
-no vimos niebla, de hecho, nos hicieron unos días preciosos y soleados. Frio, eso sí.
Las cabinas, todo un clásico a fotografiar.

-los ingleses son unos estiraos. O sabes inglés, o sabes inglés. Que oye, me parece bien, pero incluso en una recepción de hotel? Y secos, muy secos, que luego dirán de los vascos...
-no me termina de convencer esa mezcla de clásico, moderno. Me pareció algo desordenada. Por no hablar lo difícil que es cruzar la carretera teniendo que mirar siempre al lado contrario!
Los famosos almacenes.

-me encantó el rollito ese de poder comprar cualquier cosa para comer o beber y llevártelo. No nos sentamos una sola vez en un restaurante. Nos sentábamos de puro agotamiento, eso sí. Pero disfrutábamos de paseo con un hot chocolate, o un sadwich, todo take away (he aprendido inglés, veis?)
-genial para vegetarianos. Ha sido el lugar donde ha resultado más fácil comer. Todos los establecimientos en los que estuvimos, tenían marcado si el producto era vegetariano, contenía gluten, lactosa, etc.

Ese día tocó italiano para mi y thai para marido.

Y al día siguiente de mis cuarenta, mi sobrinillo cumplió un año. Es un niño precioso, feliz y sonriente al que adoro y con el que babeo a litros. Lo estamos disfrutando mucho más de lo que jamás imaginamos, pero mucho menos de lo que nos gustaría.
Sabe que el tito se tira con él al suelo a jugar con los coches y a hacer el bruto. Y sabe que la tita le coge y le enseña canciones, a dar palmitas o le cuenta cosas.
El nos conquista a base de sonrisas, carcajadas y sus famosos besos/mordisco.

Y hasta aquí las noticias de hoy.

Seguiré informando.