lunes, 28 de septiembre de 2015

21 DIAS...

Dicen que si quieres cambiar alguna de tus rutinas, eliminar comida basura, dulces o hacer más deporte, leer más, acostarse antes... hay que hacerlo durante 21 días, y ya se convertirá en hábito.

El verano en casa de los Trax ha sido caótico. Entre un cambio de horarios de trabajo, de rutinas por asuntos familiares, y malas noticias, hemos descuidado nuestra alimentación.
Además, el bajo estado de ánimo, ha hecho que me costara un gran esfuerzo salir a hacer deporte y no poder resistirme a una terrina de helado o una bolsa de m&m's.

Así que, después de que marido, con la entrada del otoño, hay encontrado serias dificultades para vestirse con la ropa del año pasado y que hemos decidido que ha llegado el momento en que hay que dejar de lamentarse, limpiarse las lágrimas y tirar p'arriba, hoy empezamos nuestros 21 días.

Para marido serán los 21 días de "dieta y deporte".
Porque para él es una tortura comer verduras y frutas (y para mi crear recetas que sean sanas y le gusten), y es bastante vaguete para el deporte.

Para mi, son los 21 días "sin chocolate". Y el reto se las trae. Es algo que sé que me va a costar. Mucho.
Pero me lo debo. Porque no puede ser que no coma grasas, me harte de frutas y verduras, y después de cenar me zampe una palmera de chocolate o medio litro de helado, echando al traste todos los beneficios que me pueden aportar las frutas y verduras.

Así que para que no quede en algo entre marido y yo, lo publico, y así, tengo un compromiso mayor. Nos os puedo fallar.

No os voy a contar cada día, no os voy a aburrir con esto, ni lo voy a convertir en un nuevo monotema, pero de vez en cuando os contaré como lo llevo, si influye en mi estado de ánimo y energía y sobre todo, si he podido soportar la tentación del chocolate!

Además, intentaré que para marido sean también 21 días sin quejarse y refunfuñar. Y para mi, 21 días sin estar triste.

Seguiré informando...

PS: muchas gracias a todas por vuestros mensajes de ánimo y apoyo, públicos y privados. Si algo bueno he podido sacar de toda esta mierda, es a vosotras, sin duda. Mil gracias!

lunes, 14 de septiembre de 2015

A MI NIÑO DE PAIS MUY LEJANO



Hola mi niño,
no sé por dónde empezar, no sé cómo empezar.
Esta es la carta que nunca pensé que escribiría.
Siento un dolor tan profundo, que no soy capaz de ordenar mis palabras, ni mis sentimientos.
Una vez más siento que la vida no es justa, que nada de esto es justo.

No imaginas cuánto he llegado a quererte, sin siquiera conocerte.
Yo ya me sentía madre, nos sentíamos una familia. Nuestro niño de país muy lejano, nuestro Dimitri.

Y hoy vengo a decirte adiós. Porque las cosas no salen siempre como uno quiere, ni todos los sueños se cumplen.

No sabes cuántas veces había soñado con el momento de conocerte. Con ese mail que llegaría con tu foto. Con ese viaje y el momento en que te viera, y te cogiera entre mis brazos.
Y una vez más el sueño se ha roto.

Y no es justo. No es justo.

Siempre vas a estar en nuestros corazones, teníamos tantos planes para ti!

Habíamos empezado a mirar ropita, a preparar tu cuarto.
Esta casa se llenaba de esperanza y de ilusiones.

Pero una vez más la burocracia nos ha vencido. Las administraciones no entienden de sentimientos, ni de corazones, ni del hilo rojo.
Ellos entienden de lo suyo y quieren lo suyo. Y nosotros, no se lo podemos dar.

Lo siento mucho mi amor. Lo siento tanto.
Papi y yo rezaremos por ti cada día. Para que encuentres una familia que pueda hacerte feliz. Que te de todos esos abrazos que teniamos guardados para ti. Rezaremos para que nunca te sientas solo, y tu vida esté llena de sonrisas.

Todavía no se lo hemos dicho a nadie. Cómo se lo cuento a los abuelos? Cómo se lo cuento a tus tios?? Y tu prima, que no dejaba de hacer planes para cuando llegara el primito. Y "por favor tita, trae una niña".

Siento un dolor tan grande que no me salen las palabras. No puedo dejar de llorar.
Ahora toca recomponer una vez más nuestra vida, recoger los cachitos de nuestra alma y lamernos las heridas.

Hijo mio, mi niño, mi Dimitri, siempre estarás en mi corazón.

Te quiere, mamá.

Hasta siempre.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

UN AÑO

Hay quien hace balance en diciembre, en año nuevo o en el cumpleaños. Yo lo hago cuando me apetece, y hoy me apetecía hacerlo.

Hoy hace un año de esta noticia.

Ya ha pasado un año. Ella está bien, lo peor ha pasado, aunque sigue peleando. Esta enfermedad es dura, y la recuperación es larga.

En este año hemos visto como se enfrentaba con esa alegría que la caracteriza a todas las pruebas y los tratamientos.

Este año he visto aumentada mi familia, la de sangre y la otra. Ha nacido mi sobrino A. Pero también mis sobrinos postizos, la rubia, Evaristo, mi morenita y la pelirroja, y otra que viene en camino.

Hemos visto como el alzheimer iba pudiendo con mi abuela y con todos los que le rodeamos.

Hemos estado a punto de perder a mi cuñada, y mi gordito quedarse sin su mamá. Pero ella ha resultado ser mucho más fuerte de lo que pensábamos, y aunque aún queda mucho, pelea como una leona.

He cumplido con varios retos, entre ellos, mantener una rutina con el deporte, conseguir correr la distancia que me había propuesto, y vencer a mis miedos iniciándome en el buceo y haciendo un viaje en coche sola de bastantes kms. También he empezado a llevar una alimentación vegetariana.

La lucha por ser papás ha tenido sus luces y sus sombras. Hoy ganan las sombras...

Hemos iniciado un nuevo proyecto y hemos descartado otros.

El año, en resumen, no ha sido bueno. La verdad, ha sido muy duro. Pero como siempre en momentos duros, ha servido para ver quién está y quién no, con quién contar y con quién no. Y nos ha unido como pareja, como familia y me ha hecho ver lo que valen algunas personas por las que no hubiera dado un duro. También ha habido decepciones. Esto, supongo, viene en el pack.

Así que ahora toca enfrentarse al final de verano, esperando que la vida nos de un respiro, y que al menos si no hay grandes alegrías, no hayan más sustos.