TARDE DE CIRCO

y como mi chico se hace mayor.

El domingo por la tarde fuimos al circo. Hacía mil años que no había ido, creo que más de... muchos!!
Cuando nos enteramos de que el circo venía a la ciudad, y en esta etapa en la que estamos de hacer cosas diferentes y comernos el mundo (que es lo más sabroso que me puedo comer desde que estoy a dieta), pues en un momento decidimos que este año habría tarde circense. Pero reconozco que a mi me daba un pelín de vergüenza acudir sin niños, al igual que estoy retrasando la visita a Eurodisney. Así que mi chico me sugirió llamar a mi sobrina.
Vale, flipadita me quedé.
Mi sobrina es la única sobrina que tenemos, por parte de mi chico no hay nada todavía (este todavía lo añado yo, porque aunque pinta mal, yo sigo con la esperanza de tener más sobrinitos). Yo le he dedicado muchas horas a mi sobri, que para eso soy su madrina, no? Desde que nació, ahí ha estado la cansina de su tita, para que me fuera cogiendo cariño y me reconociera (sí, tenía la idea de que los niños se olvidan fácil de las personas, aunque sea su tia y viva en la misma ciudad).
Total, que me lío, que yo he estado mucho con la niña, jugando con ella, en el parque, de paseo, comprandole cositas, solas, con mi madre o con mi hermano y/o cuñada. Pero los dos solos, nunca, nunca jamás habíamos estado con la niña.
Y mi chico la quiere mucho, y cada día me parece a mi que más, y le duele que ella "pase" un poco de él. Como le ve tan poco y siempre llega el último (viene de trabajar eh?), pues cuando llega ella ha gastado sus besos y como mucho le dice algo y sigue pintando.
Así que una vez confirmado que la niña no tenía plan ese domingo, porque tiene una agenda que ni el presidente, vamos, pues mi chico se empezó a poner nervioso. Que si la sillita del coche para llevarla, que si le digas a tu cuñada que le de la merienda antes, que si le preguntes a tu hermano qué chuches puede comer... Mi sobrina es celiaca y hay que tener cuidado, así que llené el bolso de chuches de las suyas y p'al circo nos fuimos.
Teníamos un sitio muy bueno, y mira tú por donde, la niña decidió encaramarse a su tio, sí, a ese al que según él no hacía caso. Primero se sentó entre los dos, luego ya fue cogiendo posiciones, se subió a sus piernas, y como terminaban escurriéndose, pues se sentó en el respaldo del asiento, entre mi chico y la barandilla. Así que todos los secretos, todos los "hala, mira", todos los abrazos nerviosos, y todas las carcajadas atronadoras se las llevó mi chico.
Y suerte, que estaba muy oscuro. Porque unas lagrimillas ya se quisieron escapar. Ver como interactuaban, cómo se comportaba mi chico, cómo le iba explicando las funciones, como ella le escuchaba, boquiabierta. Esa cara que ponía mi sobrina de "jo, cuanto sabe mi tío", y la carita mientras veía a los animalitos, las risas con los payasos.
Reconozco que lo pasamos como enanos, pero haber podido compartir esos momentos como una verdadera familia, no tiene precio.

Y hoy mi chico cumple años. Ay, que se me hace mayor!! Como regalo, entre otras cosillas, pues una jaqueca horrible de su novia, osea yo. Pero prometo que te compensaré.
FELICIDADES MI AMORRR!!!!