UN AÑO ENTERO POR LLENAR

Confieso que estas no están siendo las mejores navidades de mi vida, aunque también las he pasado peores.
El último día del año, tuve que lidiar con la "depre fin de año" de mi chico. Y es que cada vez los años pasan más rápido, y los balances no terminan de ser positivos.
Pero decidimos tirar pa fuera telarañas, nos pusimos bien guapos, nos abrimos una botellita de champán y brindamos por todo lo bueno que está por llegar. Nos despedimos con un fuerte abrazo y un Te Quiero.
La cena cada uno en su casa, como siempre. El momento de las uvas, fue especialmente emocionante. Pude comerlas todas, aunque claro, siempre escojo las más pequeñitas, jeje. Y en cada uva pedí un deseo, para mi, para los mios y para vosotras.
De la entrada del año, me quedo con el abrazo de mi padre. No dijo nada, pero yo sabía lo que estaba pensando. Me agarró fuerte y me dio un beso, de esos que no se borran ;-), y que se quedan guardaditos en lo más profundo del alma.
No tengo propósitos para este año. No al menos de los importantes. Lo primero recuperar mi rodilla, que me animé a ponerme tacones y lo estoy notando estos días. Y bueno, retomar la búsqueda del embarazo, en una nueva clínica y con nuevos profesionales, espero que estos sean profesionales, pero con mayúsculas.
Y, aunque ya llevo un tiempo haciéndolo, pues necesito dedicarme un poco más a mi.  A leer más, a ponerme guapa, algún masaje, algo de dieta y posible cambio de look, aprender nuevas recetas y seguir horneando galletitas.
Estoy estudiando la posibilidad de algún cursillo, o algo que realmente me satisfaga y me haga olvidarme de preocupaciones, del aburrimiento, la rutina y el trabajo, durante un tiempo. Y me empiezan a rondar por la cabeza, varios proyectos que no se en qué quedarán.
No me asusta el año bisiesto. Quizá porque yo nací en un año bisiesto (y mi chico dice que soy especial). Y porque nosotros nos conocimos en un año bisiesto. Y aunque mi madre, y alguna bloggera también, tienen un poco de temor a los años de 366 días, pues para mi solo significa un día más a rellenar. Mi madre creo que cuando dice esto no es consciente del año en que nací, jejej.
Y mientras terminamos de preparar los Reyes, último gran día de estas fiestas y super comilona familiar nuevamente, pues espero que vayamos llenando cada día de este 2012, con miles de historias para compartir.