Ya estamos de vuelta. Después de cinco largos días de asueto, hoy tocaba la vuelta al trabajo. Al menos, se toma de otra manera pensando que ya es martes.
Esta semana Santa nos ha cundido un montón. Creo que ha sido la única zona de toda España donde el sol se ha dignado a visitarnos, aunque solo el jueves y el viernes, pero algo es algo.
Mi chico y yo disfrutamos cada vez más de los pocos momentos que tenemos para los dos, sin trabajo, sin compromisos, sin prisas. Así que nos hemos dedicado a hacer de todo, descansar, visitar museos, cambiar los armarios, comer fuera, ver procesiones, ir al cine, visitar a mis padres y dormir hasta aburrirnos.
El jueves tenía mi pinchazo. Efectivamente, no fue para tanto. Teníamos que estar a primera hora en la clínica y no nos hicieron esperar mucho. Había un montón de parejas haciéndose control, y cuando terminaron con sus análisis nos tocó a nosotros, bueno, a mi.
Así que nada, ahí que puse mi culete y pinchazo. El pinchazo en sí apenas lo noté, el líquido al ir entrando sí, se me hizo un poco largo. Lo peor fue una especie de masaje que me dio la enfermera al terminar, supongo que para que el líquido se extendiera por mi organismo.
Todavía no sé para qué sirve esta inyección Procrin Trimestral. Leí los prospectos, esto lo he aprendido de mi madre, y bueno, es una medicación para tratar el cáncer de próstata. Aunque indicaba que se puede utilizar en algunos tratamientos de fertilidad, no explicaba nada más.
Y como era muy pronto, era fiesta y hacía sol, nos fuimos a dar un paseo por San Sebastián. Terminamos entrando en un museo que recientemente han reinaugurado. Nos gustó mucho la visita, y pasamos casi dos horas, que yo no suelo aguantar mucho en estos sitios. Para entonces mi trasero ya empezaba a doler un poco más, y se me extendía un poco por la pierna. Decidimos irnos a comer a Biarritz, un pueblo del suroeste francés, con unas playas maravillosas y unas tiendas de super lujo.
Ahí ya sentarme y levantarme era todo un esfuerzo. Entonces empecé ya a notar dolores en la tripa, y sin daros mucho detalle más, tuvimos que entrar rápidamente en un centro comercial.
Todavía durante la tarde sufrí un par de retortijones más y el viernes también, pero más suaves.
Desde el viernes noto molestias en los ovarios y otra vez, tengo la barriga un poco hinchada. Con lo que me habia costado aplanarla!, pues una inyección, y ya estamos como al principio.
Mi chico está muy optimista, y me gusta verle así. Siempre decimos que nos contagiamos, si uno está triste el otro termina estándolo y lo mismo en positivo. Así que hace un par de semanas, cuando el me pedía positivismo, le dije que se aplicara el cuento, que nos hacía falta a los dos.
Así que en ello estamos.
Me alegro de que os paséis el positivismo el uno al otro...Verás que bien sale.
ResponderEliminarSiento las "consecuencias" del pinchazo, tiene que ser horrible...pero esto tienes que pensar como yo con las vomiteras: es por nuestro sueño (aunque entiendo que es molesto y horrible encontrarse mal...)
Disfruta de esta "mini" semana...
Besos
Trax, me alegro que el pinchazo no fuera para tanto.
ResponderEliminarY espero que te vaya fenomenal con la próstata! Ja, ja!
Besos, reina!
Hola guapa, veo que has aprovechado muy bien estos días. Me has dado envidia con el paseo por San Sebastián y Biarritz. Me encantaría viajar allí algún día. Bueno, supongo que estas vacaciones le habrás dado más vueltas al coco, como si te conociera. Estamos muy cerca de conseguirlo, ya verás. Un abrazo.
ResponderEliminarJuliete, ya te dije, "daños colaterles". Que todo lo malo sea eso. Besitos.
ResponderEliminarMama de parrulin, la próstata bien gracias, jeje. Besitos.
Mama mimosa, estás invitada a conocer mi tierra, cuando quieras!. Las vueltas, ya sabes... Pero vamos a por ellos eh? besotes.