PREMIO, TRADICIONES Y PERSONALIDAD.

He recibido un nuevo premio!! Resulta, que este ya lo tenía. Pero como es de bien nacidos ser agradecidos, pues lo vuelvo a publicar. Este viene de la mano de Mi Alter Ego. Y si no la conocéis, ya estáis tardando!

Además, este premio viene sin preguntitas, ni penitencias ni castigos. Sólo tengo que poner el enlace y la foto. Así que ya está!
Y no, reina, yo tampoco tengo ni idea de lo que significa, si es que significa algo, ni por qué se llama dardos.
Si alguien nos puede resolver el misterio Mi Alter Ego y yo, les estaríamos muy agradecidas.
GRACIAS REINA!! Que conste que estoy muy enfadada con Blogger, porque hasta ahora, puntualmente cada día a las 21:30 (es que la muchacha es muy metódica), encontrábame yo móvil en mano leyendo tu entrada, y partiéndome de risa, ante la mirada estupefacta de mi chico que no entiende qué puede haber tan gracioso en esa pequeña pantalla. Pero ahora... aayyy ahora estoy dormida ya para esas horas en las que publicas. Así que no descanso bien, pensando en cuál habrá sido tu última ida de olla!!
Cuidado amig@s blogger@s que es contagioso!!!
Y como acostumbro, no lo voy a pasar a nadie y os lo voy a dedicar a todas las que me aguantáis por estos lares.

Hablando de tradiciones, mañana es el día de San Marcos, y supongo que esto a la mayoría no os dice nada. En mi comarca, se celebra una tradición: las madrinas regalan a sus ahijados una "opilla", que es un bizcocho con huevos. Antiguamente (tan antiguo que yo no le he vivido), era una hogaza de pan con huevos cocidos. Esto como todo en esta vida, ha ido evolucionando. Cuando yo era pequeña, ya era un bizcocho, normalmente de almendras, con huevos cocidos, tantos como años tuviera el ahijado, o como poder adquisitivo tuviera la madrina, adornado además con un pollito, caramelos y yemas.
Cuenta la historia también, que en la pastelería que se preparaban las opillas, se equivocaron al poner los huevos a cocer, y los echaron en el agua de las garrapiñadas, por lo que salieron teñidos de color rojo. Y es así como ahora se presentan los huevos, teñidos de rojo. Peerooo, últimamente están ganando adeptos los huevos de chocolate. Que no me extraña, porque recuerdo cuando viviamos todos en casa, nos juntábamos con tres opillas y un montón de huevos cocidos. Así que las siguientes semanas, comíamos ensaladilla rusa, ensalada con huevo, sopa con huevo, macarrones con huevo....
Y para terminar, pues las madrinas tienen que regalar la opilla hasta que el ahijado se case. A mi mi madrina, me hizo la última con 22 huevos!! Imaginaos pedazo de pastel! Pero fue la última, y mi madrina es un solete!
Ahora resulta que muchos jóvenes ya no se casan, y esto también lo están cambiando, y se hace opilla hasta que tengan un hijo.

La opilla se entrega un día o dos antes del 25 y en casa, se ponen con unas servilletas, algunas bordadas con el nombre del niño para llevarlo a bendecir. En mi casa no se probaba la opilla, ni un caramelo!!, hasta que la opilla pasara por la bendición. Menuda era mi madre!!

Pues bien, como sabéis yo soy madrina de mi sobrina, así que me toca ejercer como tal. El problema, que mi sobrina es celiaca, entonces hay que encargarle una opilla especial, sin gluten, los huevos tienen que ser solo de chocolate y de esa marca que todos conocemos, y las pastelerias no se arriesgan, así que la decoración también va de mi cuenta.
Mi sobrina que es de comer poco, guarda el pollito y dice que la opilla se la coma su padre.

Y hablando de comer, pues resulta que la niña dice que no quiere hacer la comunión. Todavía tiene seis años, y ha empezado a catequesis y va encantada de la vida. Pero la comunión, no. Porque dice que no quiere comerse el cuerpo de Cristo. Y claro, todos sabemos que a ella lo de comer, pues como que mal. Y no sé que se habrá imaginado. Que pienso yo que igual se cree que hay una especia de banquete o algo así, y no le mola nada la idea.
Pero nada, porque también dice que no le gustan los vestidos blancos. ¿?¿? Porque mi niña es muy niña, es una princesita y le encanta vestirse de princesa, de rosita y esas cosas de niña. Aquí ya me descoloca por completo.
Y cuando ayer fue a llevarle la opilla, corre a abrazarme, corre a besarme y me enseña su nuevo cuarto de juegos y deberes. Qué chulo!! Y en la pared, cuelgan los dibujos que dedica a sus padres: feliz día de la madre (del año pasado), Felicidades papá (del año pasado)... y Feliz Día del padre 2012. Aparece su padre, alto, guapo con un gorro, o gorra (¿?¿?), en el medio la niña, cogida de la mano de su padre y de su madre. Y después su madre, rubia ¿?¿, y con el otro brazo estirado, la muñeca cortada y gotas de sangre...
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No sé si reirme, llorar o llevarla a terapia!! Ay mi niña!! Tan sola ella, hija única, nieta única, sobrina única... esto no puede ser bueno!!

Si es que como dicen nuestros mayores, los niños de hoy en día, están muy espabilados!!!