LA CRISIS DE LOS CUARENTA

Pues sí, estoy en plena crisis de los cuarenta!
Ah, primero me voy a presentar, que seguro que habéis oido hablar de mi, pero muchas no me conocéis.
Soy la gordita!
Ahora voy a descubrir uno de los misterios mejor guardados de la humanidad. Mi verdadero nombre es Trajana. Y pensaréis, qué nombre tan feo para una gata! Pues sí, yo también lo pienso, pero todo tiene una explicación.
Cuando mi papi y mi mami se hicieron novios, papi siempre decía que cuando tuvieran un niño le llamarían Trajano. Hay que decir que a papi le gusta mucho mucho la historia, y el Trajano este, fue un emperador romano, pero, nacido en España. El caso, es que yo llegué antes que el niño, y mi mami que es tan lista, pensó que si el gato se llamaba Trajano, el niño no se llamaría así. Así que me bautizaron como Trajano. Pero... cuando fuimos al veterinario, aquella señora descubrió que yo era una dama! Después de la sorpresa, mi mami decidió, que mantendríamos el nombre, me llamaría Trajana.
Y como soy el amor de su vida, cuando abrió el blog me quiso tener muy muy presente, y se inventó un diminutivo: Trax.

A que soy guapa??

Un día de estos hace exactamente seis años que nací. Llegué a esta vida en un lugar muy feo, muy sucio, y donde no me querían nada. Mi mami vio mi foto, y se enamoró de mi al instante. Ocho semanas después, estábamos juntas para siempre. Llegué a casa de mis papis un 14 de julio, muy malita y asustada. No quería comer, tenía moquetes, pulgas, lombrices y mucho mucho miedo. Mi mami se desvivió por mi, me curó, me puso guapa, me compró un montón de cositas. También me compró un collar que olía a menta, pero a mi me hacía babear todo el rato, y me lo tuvo que quitar!
Tenía una habitación para mi sola, llena de rincones para esconderme y me pasaba allí dia y noche. Mi mami cada vez que tenía un rato, venía a hacerme compañía. Me cogía, me acariciaba, me hablaba muy suave y luego me dejaba en mi escondite preferido. Sabía que poco a poco iría cogiendo confianza.

Pasó mucho tiempo, bueno, para mi fue mucho, mi mami dice que un mes o así, hasta que me animé a salir de esa habitación y empecé a investigar. Uy qué casa tan grande!! Había un montón de rincones en los que desaparecer! Y cuántos sustos les he dado, que no me encontraban y yo que siempre he sido un poco trasto, les oía llamarme pero no salía, jeje, sólo estaba jugando! Pero a veces me encontraba a mami con la carita mojada, pensando que me había pasado algo...sólo era un juego.

Ups, entré y no podía salir...

Y mami lo consiguió! si es que cuando quiere tiene más paciencia... Así que, todo su esfuerzo tuvo su recompensa, y me convertí en su incondicional. Siempre estaba a su ladito, hasta comía de su mano (que sí, el vete no le cree pero es verdad).

A veces pasaba más tiempo conmigo, a veces menos, y luego otra vez más. Estuvo mucho tiempo en casa, las dos solitas, papi solo venía por las noches, y yo era tan feliz!
Pero, un día empezó a salir de casa prontito y volver muy tarde. Y eso no me gustaba nada! Así que, cuando se encerraban en esa habitación en la que yo no puedo entrar, me ponía a rascar la puerta y maullaba con todas mis fuerzas! solo me callaba si mami se levantaba y me hacía caso. Si se levantaba papi, me enfadaba más, yo quiero estar con mami y él me la roba!
Pero esto no me sirvió de mucho tampoco, porque mami salía de la habitación muy cansada y malhumorada, y no me hacía mimos, ni casi me hacía caso. Así que una noche, después de estar horas y horas esperando y maullando, como vi que no salía nadie, dejé de hacerlo. La convivencia desde entonces, es mucho mejor.
Yo aprovecho cada momento que está en casa para acompañarle, si va al baño, voy con ella. Si se mete en la ducha, la espero en la puerta. Si está leyendo, me tumbo a su lado. Si está viendo la tele, me tumbo sobre ella. Si está cocinando, la acompaño también, por si cae algo. Le espero en la puerta de su dormitorio cuando se levanta, y le acompaño cuando se va a acostar. Cuando llega de trabajar, la espero junto a la entrada.

Me gustan los domingos, me deja dormir un ratito con ella

A veces me enfado, porque se pone el cacharro ese sobre las piernas y no deja de teclear, y no me gusta nada. Pero jamás, jamás, le he mordido ni le he arañado.
Pero a mi papi sí. Porque mi papi tiene esa manía de molestarnos. No entiende que es nuestro momento!?!? Si yo me tumbo con mi mami, no existe nadie más en este mundo. Y él quiere cogerle la mano, o tocar mi lomo... ni se te ocurra bbffffff!!!

Y a lo que iba, que resulta, que estos seis años gatunos, son cuarenta de humano!! Y ya me notaba yo que últimamente estoy un poco alterada! Yo ya era una gata tranquilita, solo quería comer y dormir. Pero es que ahora estoy tan impaciente por verla que le despierto a las cinco o las seis de la mañana. A veces le oigo a papi decirle que se vaya acostumbrando, yo no entiendo de lo que hablan. Acostumbrarse a qué? si yo ya estoy aquí!! Ya estamos acostumbrados!
Cuando se levanta, echo a correr por toda la casa, de contenta que me pongo! Voy y vengo, vengo y voy! Muevo las sillas del salón y salto por encima de las camas!
Porque yo sé que esto les gusta, bueno, lo de levantarse pronto no, porque a veces papi me chilla. Pero lo otro sí, porque se ríen. Y es que a veces, yo les veo tristes. Cuando mami está sola, a veces llora. Y yo me acerco a ella y le pongo ojitos y ronroneo y me dice que me quiere. A veces están los dos tristes, porque llama un doctor y se abrazan y se echan a llorar. Pero yo siempre consigo sacarles una sonrisa!

Me siento como una personita

Soy una gatita especial, porque no me gusta la gente, no me gusta comer más que la comida de los gatos, no dejo que nadie me vea ni me toque, no dejo que me cojan, nisiquiera mi mami y me dan mucho miedo muchas cosas, el aspirador, el secador del pelo, el grifo, el timbre... mis titos y mis abuelitos no me conocen, porque siempre que vienen me escondo.
Y a veces mami y papi hablan de traerme un hermanito. A veces de uno gatuno, pero esto a mi no me gusta. Una vez vino el primo Patata y lo pasé muy muy mal.
Y a veces de uno humano. Y esto no sé si me va a gustar, porque mi mami es mía. Pero yo sé que a ella le haría muy muy feliz, así que yo lo cuidaría como le cuido a ella.
Porque si algo tengo claro, es que la razón por la que yo vine a este mundo, es cuidar de mi mami.