PRESENTACIONES OFICIALES

Qué gusto da empezar la semana en miércoles!! Podría ser así siempre (manteniendo el sueldo, eso sí)

En primer lugar, antes de nada, agradecer nuevamente todo vuestro apoyo. Es increible! Me siento tan arropada! Ya el domingo empezaron las primeras palabras de ánimo, el lunes por la mañana, de buena mañana, los primeros guachap y asi, sin parar durante estos días.
Con lo pesado que esto se está haciendo, el tiempo que está tardando en llegar el positivo y la de veces ya que me he presentado a este examen, y sin embargo, seguís ahí, incansables, cada vez con más esperanzas, cada vez con más confianza. Y yo no puedo más que decir: GRACIAS!!

Como sabéis, mi portatil ha muerto. Así que aunque desde el móvil os puedo leer, pues he estado un pelín "desconectada". Pero entre mis tareas de oficina, entra actualizar el blog, así que a ello voy.

Nos presentábamos a este cuarto examen muy cautelosos, aunque los nervios aparecen, creo que es inevitable.
Cuando llegábamos a la clínica, ya nos estaban esperando. Y eso que íbamos bien de hora, pero genial, porque así no nos hacían esperar a nosotros.
Nos llevaron al box, nos cambiamos y esperamos.
Y entonces entró la bióloga. Normalmente, dan la información después de la transferencia, pero como el doctor se retrasaba, pues aprovechó para hacerlo antes.
Venía muy contenta, muy optimista, y muy orgullosa de su trabajo. (Esto me dio un poquito de miedo)
Como sabéis, esta vez la transferencia era de un blastocito congelado.
Blastocito, es el embrión de más de tres días. El máximo tiempo que puede estar un embrión en laboratorio son seis días, porque a partir de ese momento, es cuando intenta la implantación al útero y se empieza a formar la placenta.
En esta clínica, para asegurarse de lo que congelan es de total calidad, dejan hasta el sexto día el embrión. Pues bien, de los tres que sobraron de la anterior transferencia, este pequeñín es el que llegó con éxito al sexto día.

En el momento de la congelación, vacían el líquido del embrión, para evitar que se formen cristales y se eche a perder. Por eso, está como un poco "achatado". Pero como podéis observar, esas celulitas que salen por la parte de arriba, es por donde se agarraría a su mami (osea, yo). Así fue como congelaron a mi peque, y esta es la primera imagen tras la descongelación.
Esto se hizo a primera hora de la mañana, por lo que había que esperar la evolución a partir de ese momento.

Y, voilâ!

Sí, la foto es malísima, pero este es mi pequeñín antes de la transferencia.
Y según nos informó la bióloga, es un embrión perfecto. Estaba muy sorprendida, de que en esas pocas horas, se hubiera formado tan rápidamente.
Ese circulito que se ve en la parte baja derecha, es lo que se convierte en bebé (bueno, dijo feto, pero es muy fea palabra). Y el circulito amarillento del exterior, es lo que formaría la placenta.
También nos dijo, que, teniendo en cuenta que ya tenía seis días, iba a intentar "engancharse" rápidamente, y que como muy tarde, si se produce la implantación, sería para ayer por la tarde.
Así que, si ha sucedido el milagro, ya está!
Nos dijo que pintaba muy bien.
Y la vimos muy contenta, tanto, que nos dejamos contagiar. Mi chico a ratos me decía, no te ilusiones que luego el palo es mayor. Pero él no podía dejar de sonreir y mirar la foto.

Esta vez la transferencia la realizó nuestro doctor, en el que tenemos plena confianza.
No me dieron tembleques, ni nervios ni lloreras. Estaba bastante más relajada.
Tampoco veía la pantalla, por lo que, agarré la mano de mi chico y me quedé mirando al techo.
Vi pasar arco-iris, paraguas, patos, flores, mariposas, niños, niñas... (no, no me he vuelto loca!), es que os sentía a todas allí conmigo, y pensaba en la entrada que os escribíría y os imaginaba allí, haciéndome la ola!! (bueno, igual si que estoy un poco loca)
Y, después rogué al cielo, que si era una broma ya no tenía gracia, si era un castigo, ya habíamos aprendido la lección, y que ya tocaba, que nos diera esta oportunidad.

Cuando todo terminó, me hicieron pasar a una cama y me llevaron al box. Allí descansé veinte minutejos, en el que entraron tres veces a preguntarme si me aguantaba el pis o me traían una vacenilla. Cómo tendría la vejiga!!
Y para casita!
He pasado dos días estupendo, de relax absoluto. Comiendo, durmiendo, leyendo y dejándome mimar!
El próximo día 31 es la beta. Que yo pensaba que era el miércoles, y tendré que esperar un dia más. Pero esta vez es más fácil, más cortito.
Además, haciendo caso a un consejo amigo, me he comprado un test de alta sensibilidad. Y sí, iré a hacerme la beta en sangre, pero me haré el test antes de salir de casa. Así, no soporto la agonía de cuatro horas de la última vez.

Y hasta aquí la historia de una transferencia. Espero que sea la última!