Y YO AQUÍ SOLITA

Hola a todas, soy la gordita.
Y hoy vengo un poquito enfadada. Porque mi mami, me ha dejado sola!
Ya le veía yo, estos últimos días, que andaba un poco estresada. Que si el jefe le daba mucha cancha, que si papi no le bajaba la maleta, que si lavadoras, que si notas por aquí, notas por allá. Y claro, yo que me dejo contagiar, pues me dedicaba a dar saltos y brincos por toda la casa.
Un día salté encima de un montón de ropa y mientras me estaba haciendo un hueco para una siestecilla, ahí que vino como una histérica para echarme de allí!
Ah si? Pues en cuanto se despistó, volví! Que a cabezota no me gana nadie!

Y resulta, que el otro día, se levantan prontito, como siempre, pero muy contentos. Y después de desayunar, veo que mami no se pone ni los tacones, ni el maquillaje. Y yo ya me estaba preocupando, estará enferma? Pero no, porque estaba contenta. Y luego les veo arrastrar el cacharro ese, con ruedas, que no me gusta nada, porque creo que me quieren meter dentro. De hecho, mami me dijo que si pudiera me llevaba ahí dentro. Y yo salí huyendo y me escondí debajo de la mesa!

Pero luego no vinieron a comer. Y a la noche oí la puerta y fui corriendo a recibirles, y me encuentro con el tío barbas! Socorro!!!
El tío barbas es el hermano de mami, y me da mucho susto, porque a mi no me gustan los chicos y menos los que tienen barba. Aunque ahora él no la tiene y papi sí. No entiendo estas modas.
Pues estuve un buen rato escondida en mi rincón secreto, incluso después de que se fuera, porque yo no dejo que me vea cualquiera, qué se ha pensado este??
Pero me empezó a oler algo rico... claro! había venido a echarme la comida!!
Primero me puse muy contenta, qué pasa, tenía hambre!
Pero luego me di cuenta, de que si viene el tio barbas y me echa la comida, es que los papis no van a venir esta noche conmigo, y esto me pone triste.

Pero no os preocupéis, que tarde o temprano tendrán que volver. Y entonces, me vengaré. Tengo tiempo para planear una venganza, pero de momento, voy a ir arañando una de estas sillas que tengo sin tocar, voy a dejar un poquito de pelo por aquí y por allá, y cuando vuelvan, prometo estar toda la noche, maullándoles en la puerta. A ver si así se convencen y nunca más me dejan solita, ea!

Si se os ocurre alguna otra venganza, soy todo orejas!!

Besos gatunos!