EN TAN SOLO OCHO DIAS?

-Recorrer un país de norte a sur.
-Un maletero lleno para dos personas y la promesa de aprender a optimizar el espacio.
-Primera parada en la ciudad amurallada: recuerdos de infancia, paseos al sol, patatas revolconas y cochifrito.
-Segunda parada obligatoria: la ciudad del color especial. Perderse entre sus calles, entre sus gentes, paseos a la luz de la Giralda.
-Parada definitiva en la costa de la luz. Playa, sol, descanso. Pequeñas visitas a pequeños lugares. Cañitas, pescaito frito, paellas y adobos. Playas para niños, para adultos, para padres, para familias, para hippies, para nosotros, todos juntos bajo un mismo sol. Piel blanca, piel roja, piel tostada.
-Visita obligada a la tacita de plata.
-La chica de los ricitos, la sonrisa generosa y el acento dulce. Un encuentro inolvidable, aunque corto. Un hasta luego.
-Ultimo día en la ya MI otra costa. Puesta de sol junto al Faro Trafalgar. No pudiste elegir mejor momento, no pudiste elegir mejor lugar. Veo una cajita "porque si todo lo que hemos vivido no ha podido con nosotros, nada nos separará"... Sí, quiero.
-Al otro lado del guachap alguien lo vive en directo, porque las alegrias compartidas son mucho más ricas.
-Despedimos la costa, parada en tierras de interior, donde el calor es extremo. Ibéricos deliciosos, cochinillo asado y quesos de cabra. Calor y fin.
-La tierra hoy nos recibe con un maravilloso cielo azul y una temperatura deliciosa.
-He echado de menos mi cama, mi ducha, mi blog y por supuesto, a mi gordita. Nada que no pueda ser trasladado.
-Volveré.