TU PIDES, YO HORNEO

Llevamos días recordando viejos tiempos. No sé si será, por la cercanía a esa cifra tan redonda que vas a cumplir, y que os da tanto miedo a los tios.
El caso es que tengo miles de recuerdos, en los que estás tú, en los que tú eres protagonista, o tú eres mi compañía.
Mi primer recuerdo contigo, es de niña, aquella niña repelente y gafotas, que te daba mucha guerra, pero con la que te sentabas cada tarde y le enseñabas a leer.
Yo lloraba cuando te ibas al cole, porque yo también quería aprender. Y a la vuelta, siempre te esperaba, para que me contaras algo, me leyeras, o me enseñaras la letra nueva.
Te recuerdo siempre rodeado de libros, siempre bastante serio, incluso de niño.
Mediano y yo, éramos más moviditos, más gamberretes. Más de una vez, nos alíábamos contra ti. Y tú con paciencia infinita soportabas nuestras trastadas, incluso nos sacabas de algún apuro también.
Tú no tuviste bici, porque preferiste que ese año los Reyes te trajeran un juego electrónico.
Tú jugabas mucho solo, a esos juegos que yo no entendía, de estrategias, de guerras, de números...
Pero tú nunca estropeabas mis juegos, mis muñecas, mis barriguitas. Mi Nancy murió degollada por mediano y primos. Tú me consolaste.
Contigo aprendí a leer. Pero también aprendí de música, la que no sale en las radios comerciales, esa que escuchan unos pocos. Y de cine, el diferente, el menos publicitado.
Tuviste una adolescencia complicada, con dos pequeños insoportables, que no te dejaban ni hablar por teléfono con aquel primer amor. Pero cuando tú ya estabas saliendo, tuviste que soportar la insufrible adolescencia mia, siempre mediando entre mediano y yo. Siempre consolándome cuando me partían el corazón.
Estudiaste lo que quisiste y como quisiste. Siempre tuviste las ideas muy claras y era difícil hacerte cambiar de opinión. Y sufriste la otra crisis, intentando agarrarte a lo que saliera o a lo que pudieras.
Entonces el destino te envió lejos y sin pensarlo dos veces, porque si no, no lo haces, te fuiste.
Pero cada día, cada día, me mandabas un mail, contándome a veces algo, a veces nada. Siempre en contacto. Si no nos escribiamos, nos llamábamos.
Te enteraste en la distancia de mi divorcio, y te sentí tan cerca, cada día, cada rato, cada momento. No olvidaré nunca aquella llamada tempranera. No olvidaré nunca el abrazo en nuestro reencuentro.
Las puertas de tu casa siempre estuvieron abiertas para mi, y allí que me iba, donde iba a estar mejor que contigo?
De ti aprendí todo lo que sé de ordenadores.
Tú has sido testigo de comienzos de relaciones, de relaciones frustradas y de relaciones que no llegaron a ser.
Y yo a veces me convertía en la mayor, cuando me contabas, me preguntabas y me dabas demasiados detalles, que no eran necesarios, que yo no quería saber!
Tú fuiste el primer testigo de mi vida con Mr.Trax. Aquel día, tú y yo, ibamos a ir a un chino, y te dejé tirada, pero tú estabas contento por mi, nunca me echaste aquello en cara.
Tú fuiste el primero en saber que quería hacerte tío. Y el primero en saber que no llegaba. Y el primero en saber, que todo sería mucho más difícil. Y el primero en saber, que quizá, nunca te daré ese título.
Hace no mucho, en una conversación banal, descubriste que tengo un blog. Pero no has insistido, sabes que es algo mío. Además, no hay nada que escriba que tú no sepas.
Porque entre nosotros no hay secretos.
Tu vida cambió hace algo más de un año, y estoy muy orgullosa de haber sido testigo directo de ese cambio. Se os ve tan bien, tan contentos, tan enamorados!
He descubierto la repostería, y eres mi mejor catador. Porque todo te gusta. Aunque tú nunca fuiste objetivo conmigo, pero me encanta verte disfrutar de lo que yo hago.
Y como en una ocasión me pediste, te regalo unas friki-galletas, para mi friki-hermano.

Nadie lleva el título de hermano mayor como tú.
FELIZ CUMPLEAÑOS CUARENTÓN!!