ICSI PARA PRINCIPIANTES

Después de las dudas que os han ido surgiendo a muchas de vosotras sobre el tratamiento, sobre si ocho son muchos o poco, sobre si es normal esto o aquello, pues creo que os lo debo, por todo vuestro apoyo, y voy a explicaros en qué consiste esto de la icsi. Partiendo de la base de que no soy médico ni bióloga, y que hay muchas variantes, dependiendo del problema, del centro médico, incluso del médico, os voy a contar este último tratamiento que me han hecho, os parece??

Me baja la regla, lo que se considera día 1 del ciclo. Entre ese primer día y el tercero del ciclo, tengo que ir a hacerme una ecografía, para comprobar que está todo correcto.
Como me coincide con fin de semana, acudo el lunes, que es el tercer día. Está todo correcto. Así que esa misma día comienza el tratamiento.

La primera parte consiste en estimulación. Cada noche, siempre a la misma hora, me pongo una inyección. Su función es producir óvulos. Normalmente, en cada ciclo producimos un óvulo, que si no es fecundado, es expulsado en la próxima regla. En este caso, como la fecundación se hará en laboratorio, es importante conseguir varios. Y en mi caso, como tengo riesgo de hiperestimulación, pues es importante conseguir los suficientes, pero sin pasarse.

A partir del cuarto o quinto día iniciar el tratamiento, empiezan los controles. En mi caso, al tercer día fui a hacerme un análisis hormonal, y comprobaron que el estradiol estaba disparado. Esto significa, que los ovarios estaban trabajando a muy buen ritmo, demasiado. Por lo que hay que bajar la dosis de medicamento. El estradiol es una hormona, que se encuentra en las mujeres durante el ciclo reproductivo. Pero también se encuentra en los hombres. Si los niveles son muy bajos, o excesivamente elevados (que es lo que me ocurrió en los anteriores tratamientos), es imposible un embarazo.

El siguiente control fue el quinto día de tratamiento. Solo fue ecografía. Pero ya se observaba que mi ovario izquierdo lo estaba dando todo. Aunque el derecho iba un poquíto más lento. Para llevar tan pocos días, empezaba a haber overbooking. Ya había varios de un tamaño bueno. Los que sean muy pequeños no son válidos, no están maduros. Y si se pasan de tamaño, pues se han pasado de madurez. Además, empiezo a ser candidata a sufrir una hiperestimulación.

La hiperestimulación se produce cuando los ovarios trabajan mucho más de lo que es necesario y recomendable. Se inflaman y duelen. En mi caso, la primera vez, fue una hiperestimulación leve. Solo tenía algo de dolor y molestias, y una barriga como si tuviera un embarazo de cinco meses. Hay casos en los que el problema se agrava, aparecen infecciones, fiebre, retenciones graves de líquido hasta el punto de colapsar el riñón... Vamos, que es algo bastante serio!

Pues como iba diciendo, ya el quinto día, y gracias a estos ovarios tan currantes que tengo, había ya varios folículos (óvulos), con un tamaño bueno y candidatos a ser futuros embrioncitos. Entonces, aunque se continúa con la estimulación, porque es su alimento, añadimos un nuevo pinchazo matutino. Este es para que no ovulen naturalmente.
Cuando nos encontramos con tantos folículos de tan diferentes tamaños, hay un riesgo de que el cuerpo, dejándose guiar por su propia naturaleza, produzca una ovulación, lo que echaría al traste todo el tratamiento.

El día 7 de tratamiento, en el último control, observamos que hay algún folículo más de buen tamaño, y alguno pequeñito al que no vamos a esperar, porque por esta vez los ovarios han trabajado suficiente. Entonces, esa misma noche me inyecto el inductor a la ovulación. Ahora sí, hay que conseguir que esos folículitos salgan de sus cáscaras. Se suspende el resto de medicación.

Habitualmente, se llega a este momento sobre el día 12 o 14 del ciclo, que es cuando el cuerpo naturalmente ovula. Aunque en mi caso, había demasiados riesgos de seguir esperando y decidieron adelantarlo.

Y llega el día de la punción. La punción no es más que extraer todos esos folículos que se han ido produciendo en los ovarios para proceder a su fecundación en laboratorio. Es necesario una anestesia general, ya que van a "aspirar" uno a uno cada ovulo, de los dos ovarios. Supongo que en "vivo" no tiene que ser nada agradable. Sobre todo, teniendo el cuenta el insoportable dolor que hizo presencia en mi cuerpo cuando el efecto de anestesia se fue pasando.

Cuando llegan a laboratorio, les hacen un primer reconocimiento.
Según palabras textuales del biólogo "cada folículo es como un huevo frito. La yema es el núcleo y la clara es el ...(no sé, estaba dopada!) Tenemos que separar la clara de la yema, que es con lo que vamos a trabajar."
Pues bien, de esos 10 huevos fritos que me habían sacado, después de retirar las claras, ocho estaban maduros.
Aquí es, mientras yo me retorcía de dolor, cuando el biólogo vino a buscar a mi chico para llevarlo al pajódromo. Qué mal repartidas están las tareas no??

Y ahora la pregunta del millón, ¿ocho es una buena cantidad?
Pues como todo en esta vida, es relativo. Siempre hay que esperar a la evolución.
En principio, teniendo en cuenta que ha sido en tan solo una semana, es un buen número. Que de diez queden ocho maduros, es buen número.
Pero ahora hay que ver, de esos maduros, cuántos fecundan. Y de los que fecundan, cuántos continúan dividiéndose celularmente y llegan al tercer día en condiciones óptimas para ser transferidos.

Bueno, esta es la segunda parte, pero os la cuento en otra entrada que ya os he dado demasiado la chapa!
Ahora, estamos esperando que nos llamen a ver cuántos huevos tenemos fecundados.
Seguiré informando.