EN EL 76

Era un pueblo con mar. Un sábado por la tarde noche. En febrero, hacía frío. Siempre hace mucho frio en estas fechas.
La mujer estaba viendo la tele, Los Payasos de la Tele, y entonces, llegó el momento.
Esta vez no quisieron correr riesgos. Era la tercera vez y sabían lo que venía. Así que fueron directamente al hospital de la capital. Allí no habría problemas, allí estaba todo bajo control.
Cuando llegaron, estaba ya casi todo hecho. No hubo mucho tiempo. El marido se quedó fuera, la mujer entró. Media hora después, todo había pasado. Las ocho y media.
Cuando salieron los médicos, dieron la noticia : es una niña.
Al marido se le escapó un lagrima, pero rápido se recompuso, él es un hombre duro, y no se lo puede permitir.
Salió la acompañante, era la hermana de la nueva mamá.
Nueva por tercera vez, porque a pesar de su juventud, veinticinco años, era su tercer parto. En casa, con la abuela, esperaban los dos chicos, uno de tan solo veintidós meses y el mayor, de tres años y medio.
La acompañante, tía de la pequeña, se convertía en ese momento en su madrina. Y la madrina, decidió el nombre. Le pusieron un nombre tan raro, que el padre de la criatura no era capaz de pronunciar.
Así que el pobre hombre, se vio obligado a rebautizar a la pequeña, como "la niña", "la pitusa" por aquella niña con coletitas que venía en las botellas de gaseosa o "pipo".
Se supo que a pesar de la rapidez del parto, la niña venía atravesada o de nalgas. Pero en un último momento, ella sola dio la vuelta y el parto fue rápido y perfecto.

Y hoy, treinta y seis años después, aquella niña sigue un poco atravesada, aunque siempre a última hora, consigue girarse y enfrentarse a la vida de cara.
Y hoy, treinta y seis años después, aquel hombretón sigue llamándole la niña, o pipo. Pero ahora se permite llorar, abrazar y besar, y es el padre más maravilloso del mundo.
Y hoy, treinta y seis años después, aquella mujer sigue siendo una chavalita, inquieta y luchadora, abuela activa, madre entregadísima.
Y hoy, treinta y seis años después, estoy aquí, contando al mundo entero, que hoy hace treinta y seis años que vine a este mundo, rodeada de todo el amor y el cariño que hoy, treinta y seis años después, me siguen acompañando.