CRONICA DE UNA FIESTA ANUNCIADA

Hacía mucho tiempo que no celebraba mi cumpleaños. Pasaron unos años, que incluso me daba el bajón ese día. Luego esto empezó a cambiar. Nos ibamos mi chico y yo a cenar, pero ese día invitaba yo. Y alguna vez, llevaba pasteles o pastas a casa de mis padres, el sábado, que es cuando quedamos todos allí para comer.
El año pasado, estaba en pleno tratamiento, así que pasó sin pena ni gloria. Todas mis fuerzas estaban puestas en el tratamiento.
Pero como ya sabéis, y si no lo sabéis os lo cuento, estamos en un cambio de actitud, de enfrentarse a la vida y de disfrutar cada momento. Así que este año hemos decidido que vamos a celebrar todo lo celebrable!
Hace dos semanas con motivo del cumpleaños de mi chico, y como mi dieta iba viento en popa, pues nos fuimos a un italiano. Pastaaaaaa!!!
Que las ventas han ido bien, pues nos vamos a pasar el día a la capital! Que hace una semana que no me duele la cabeza, pues bailamos!! (esto ya es exageración, pero para que os hagáis una idea)
Y este año me propuse hacer una fiesta de cumpleaños especial. Además, como hacemos los cumpleaños tan seguidos, iba a ser una sorpresa para mi chico y una celebración especial para nuestras familias.
Y como yo soy un poco nula para las originalidades, para los trabajos finos y ando justita de imaginación, pedi ayuda a TC, que además de compartir conmigo una vida sin hijos, pues ha iniciado una precioso proyecto Party&Paper, que os invito a que conozcáis.
En un par de mails, ya había cogido la idea y empezó a mandarme los bocetos, que por supuesto, me encantaron. Analizando un poco los gustos de los dos, y según como tenemos decorada la casa y tal, decidimos hacer una fiesta de tematica viajera. Y este fue el resultado:

El buffet salado.

La mesa estaba presidida por un centro, con nuestros nombres, que lógicamente, he borrado, jeje.

Preparé comida que pudiera proceder de diferentes paises, pasta de Italia, crêpes de Francia, y por supuesto ibéricos y tortilla de patata de España.

A su vez, cada plato iba también con su cartel, "ensalada de pasta", "ibéricos", "crêpes", incluida la bebida.

Y como no, me curré una mesa de postres. Decidimos que ibamos a hacer algo diferente, no la típica tarta, si no más bien, otro buffet de dulces. Así que puse algunas chuches, nubes, regalices, una bandeja de cookies, y una torre de cupcakes de chocolate blanco. Que está mal que yo lo diga, pero estaban deliciosas!! La de arriba del todo, de chocolate con leche es la de mi sobrina, sin gluten (esta la compré, jeje)

En la puerta del salón, donde se celebró la fiesta, colgamos un cartel chulísimo.

Y lo más divertido de todo, un photocall!! Preparamos una especie de mapa-mundi, y luego lo decoré con un par de maletas. Y había un montón de cosillas para hacerse las fotos, sombreros, gafas, bigotes... yo añadí una boa de plumas, colocamos la cámara con el trípode y la diversión estaba garantizada. Pasamos todos por allí, pero la que más disfrutó, sin duda, mi sobrina, que se sacó fotos con todos y con todas las combinaciones posibles.
Aquí estamos mi chico, mi sobri y yo, aunque con las caras borradas, para que os hagáis una idea!

Y como podéis imaginar, nos lo pasamos genial!!
Mi chico se sorprendió muchísimo de todo lo que había preparado, os recuerdo que para él también era una sorpresa. Y le encantó!! Me veía tan feliz, que se dejó contagiar. Aunque piensa que me estoy volviendo tarumba, jajaj, y le da miedo pensar qué ocurrirá si un día hay niños!!
Estuvimos muy bien acompañados, hubo comida, bebida, regalos y risas. (y jaqueca, que tampoco se quiso perder este día tan especial)
Pero lo más importante, que desde que acabó la Navidad, me he dedicado en cuerpo y alma a esto, y me ha venido genial, para tener la mente ocupada y para ese aprendizaje del disfrutar el día a día.
Por supuesto no quiero terminar esta entrada, sin volver a agradecer a TC, todo el esfuerzo, que aunque no le di mucho tiempo, hizo un trabajo estupendo.
Y que me hubiera encantado compartirlo con vosotras!!