Así es como siento mi vida en estos momentos, como una noria.
La noria lleva un movimiento lento, pero sin duda puede llegar a marear. Hay momentos que quiero que el tiempo pase rápido, para empezar ya, salir de dudas y ver qué pasa, si voy a poder hacerlo, y cual va a ser el resultado. Entonces, el tiempo pasa lento, lento. Miro el calendario, todavía quedan una, dos, tres semanas hasta la próxima cita.
Cuando la noria está en la parte más alta, es el momento en el que siento que puedo con esto y con más. Que nada va a detenerme, que el mundo está a mis pies, y que voy a cumplir mi sueño, que llega, que no falta nada y que lo vamos a conseguir.
Pero la noria sigue girando, y es cuando inicia el descenso cuando peor me siento. El estómago sube hasta la garganta, la ansiedad se apropia de mi ser y desayuno con el miedo. Esos momento son los peores, me levanto y siento esa angustia, me arde la garganta, me tiemblan las manos. No sé muy bien donde me estoy metiendo, sin duda me falta valor, o información, o ambas.
Cuando éramos pequeños, en las ferias del pueblo, mi madre siempre miraba, y decidía:
- La montaña rusa no, que me da miedo. Mejor la noria.
"no mires al suelo", repetía mi madre sonriendo. Ahora no puedo evitarlo, miro al suelo y siento vértigo.
Hola. Acabo de descubrir tu blog... Este post me ha llenado los ojos de lágrimas. Yo estoy ahora mismo en mi primer tratamiento de FIV. De hecho mañana tengo mi primera eco de control y estoy muy nerviosa. Al igual que vosotros, nosotros también en Nueva York pensamos que probablemente sería nuestro último gran viaje. Nada más lejos de la realidad... Y como bien dices, me siento en una noria. Yo ahora mismo solo quiero que pase rápido el tiempo, que la noria gire rápido, pero igualmente siento un vértigo terrible en mi interior... Te sigo leyendo... y comentando.
ResponderEliminarPor si quieres ver mi blog, bueno, mi rinconcito para desahogarme, http://soymamiblog.wordpress.com/