SUPERANDO AGOSTO

                                  "...Mi aire se acaba como agua en el desierto,
                                   mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
                                   Mi esperanza de vivir eres tú, y no estoy allí..."


Ya he comentado alguna vez, que agosto es un mes que no me trae buenos recuerdos. En este mes he vivido momentos muy desagradables en diferentes etapas de mi vida, y hubo una época en que incluso le tenía miedo.
Cuando conocí a mi chico, este miedo fue desapareciendo, y el gafe que parecía que se había apoderado de este mes, también.
Pero este año, agosto ha vuelto a golpear.
Tengo que contar como buena noticia, que mi cuerpo ha reaccionado, mis ovarios empiezan a trabajar y después de dos meses y medio, vuelvo a tener regla.
Espero que a partir de aquí, este blog y mi vida en general, empiecen a ser un poquito más positivos. Porque últimamente tengo la impresión, de que solo escribo tristezas y penurias. En fin.

También escribí hace un tiempo, sobre mi abuela, el día de su cumpleaños. Pues bien, su enfermedad ha avanzado a pasos agigantados. Y este mes de agosto, el médico ha buscado a sus hijos, para informarles. En este momento sufre alucinaciones, ataques de ansiedad, y por este motivo, se ha caido ya un par de veces de la cama. La última vez se hizo daño en la mano y fue cuando todo saltó. Mi abuelo, hasta el momento, no había dicho nada, orgulloso que es él para pedir ayuda, pero con ya 86 años, está agotado. Entonces fue la médico la que decidió hablar con mi madre y mis tíos, para informarles y que vayan buscando ayuda y soluciones.
Esto me ha dejado muy tocada, porque ahora toca asumir, una vez más, que voy a ser una desconocida para mi propia abuela.
Y como traca final, el fin de semana me cuentan que mi tío, mi padrino, tiene cáncer. Solo pronunciarlo me pongo a temblar. Parece que lo han cogido a tiempo y que no va a haber que intervenir y que el tratamiento no va a ser muy agresivo. Pero hay que seguir haciendo pruebas y esperando resultados.
Mi padre se ha quedado cojito, por algo les llamamos Zipi y Zape!
Y bueno, el próximo 8 de septiembre, la festividad del pueblo de mi madre, nos juntaremos como cada año, toda la familia a comer. Este año no hay ganas de fiesta, sin embargo, estaremos todos. Va a ser un día entrañable.