ENEEEEROOOOO

Que mira que se me está haciendo largo este mes!
Y no hace ni una semana que estábamos metidos de lleno en las fiestas navideñas, regalos, sorpresas, comidas... parece que hubieran pasado tres meses!!

Pero por fin es viernes y después de una semanita dura, me viene un finde estupendo para relajarme y descansar.
Ya os conté la movida con mi jefe, las cosas siguen tensas por la oficina, sin embargo, he tenido dos momentos increibles esta semana. Un cliente me dijo ayer que daba gusto la atención que doy, que hago muy bien mi trabajo, y que ya se podría encontrar gente así en otros lados. Y hoy, otra clienta agradecida, me ha regalado una botella de vino!
Podéis imaginar que esto me ha hecho hincharme de una manera, que estoy a punto de echar a volar!!

Y como hace ya mucho que no os cuento del monotema, pues vamos a ello.
En la visita que tuvimos en IVI, allá por el mes de noviembre, me recetaron ovusitol y dianben, para ir poniendo bonitos mis ovulos. (dicho literal por el doctor)
El ovusitol es fácil de tomar, son unos sobres que se diluyen en agua y no saben a nada. Me tomo dos por las noches. En realidad es un complemento alimenticio, que está recomendado para las personas con sop. Lo único que he notado, o quizá sea casualidad, es que tengo el pelo más brillante y algo más de volumen. Salen menos granos, pero los que salen son más gordos.
Y el dianben, lo tomo por las mañanas después del desayuno. Estas pastillas ayudan a ovular y a "rejuvenecer" los ovarios. Tenía que empezar con media pastilla y luego subir la dosis hasta lo que mi cuerpo admitiera. Tiene un montón de efectos secundarios, que después de tantas medicinas, nunca leo, pero me lo advirtió el doctor, sobre todo, problemas estomacales.
Pues bien, empecé mi primer ciclo con media pastillita. En principio bien, aunque me soltó la barriga, hasta puntos desconocidos para mi (no quiero ser demasiado escatológica). Aunque día a día la cosa se fue calmando y todo volvió a la normalidad.
En el segundo ciclo, por eso de darlo todo y esperar que Papá Noel  trajera patuquitos, pues decidimos arriesgar y tomar una pastilla entera.
Pues bien, ahí meti la pata hasta el fondo. Pasaba las mañanas bien, pero a media tarde, se me ponía un revoltijo de estómago insoportable. Muchos días apenas podía cenar, y si no fuera porque me empezó a ocurrir antes de la ovulación, mi imaginación se hubiera disparado, como podéis imaginar. Alguna noche incluso me tuve que levantar porque tenía unas nauseas horribles. Y me dio por comer queso philadelphia, era lo único que me apetecía.
La ovulación fue impresionante, abundante flujo, fuerte dolor de ovarios, incluso aseguraría que noté el movimiento de los óvulos.
Y claro, si sumamos los dolores a las nauseas y el estómago revuelto, pues la semana fantástica fue todo un fracaso.
Así que este tercer ciclo he vuelto a la media pastillita.
Y oye, la suerte ya está echada. Ojalá pudiera hacerle un buen regalito a mi chico para su cumpleaños, que es en dos semanas. Pero si no, empezaríamos en la clínica, que ya estamos preparados.

Y a lo tonto a lo tonto, menuda chapa os he metido.
Seguiré informando.
BUEN FINDE!!