LA TENGO!!

Parece que aquella carta que escribí a nuestra querida amiga C, ha empezado a hacer sus efectos. Y no, todavía no me ha dejado el bebé, pero más le vale que se lo vaya planteando en serio.

Desde nuestra primera parada vacacional, allí estaba, allí la vimos.

La hijaputa simpática, nos fue acompañando todo el camino. La vimos subida a los postes eléctricos y de teléfono. La vimos danzando alegre por campos de castilla. La vimos en cada torre de cada pueblo, en lo alto de la catedral o en el tejado de algún granero.
Incluso vimos una en medio de la carretera. La pobre (algo habría hecho), había terminado sus días bajo las ruedas de algún vehículo. Claro que, si yo que soy pacífica, estoy cabreada, no me hago una idea de la ira que pueden estar sufriendo algunas personas contra ella.
El cachondeo fue en aumento día tras día. Porque no solo se mostraba orgullosa a nuestro paso, si no que tenía la poca vergüenza de mostrarse acompañada.

De dos en dos, de tres en tres.
Empecé a recibir noticias de lugares, por los que nisiquiera habíamos pasado, pero se mostraban chulescamente frente a mi gente. A esos que he aleccionado para que la retengan, la supliquen, la secuestren o la cacen!
Y para colmo de los colmos, nos ha gastado una broma de muy mal gusto. De esas bromas, que dejan de serlo para hacer daño. Que reconozco que algo de culpa tenemos, porque no aprendemos la lección y mira que ya son años! Pero qué hacemos con nuestras vidas si perdemos la ilusión?
Y eso es lo que ha ocurrido, que nos hemos ilusionado, que hemos pensado que amablemente lo ibamos a conseguir, que con una cartita y cuatro palabras dulces, conseguiríamos nuestro objetivo.
Pero no ha sido así, y ahora estamos muy cabreados!

Así que en una oportunidad que tuvimos, la cazamos!!

Y advierto, nuestra paciencia está llegando a su fin!
De momento, vas a seguir bien alimentada y sin ataduras. En verano a todos nos cuesta trabajar al mismo ritmo, así que te damos de plazo dos meses más.
Si en ese plazo no hemos conseguido lo que buscamos, empezarán las torturas. Y créeme, que podemos llegar a ser muy crueles.
Te recuerdo, que tenemos un felino que está de nuestra parte y siente un odio visceral por todo bicho volador, y ya no te cuento nada si lleva plumas.
Así que mucho ojo, que el que avisa no es traidor.
Y a trabajar!!!