lunes, 16 de mayo de 2011

DEL BLANCO AL NEGRO

El sábado me fui de compras, bueno, de minicompras, solo buscaba un pantalón, que no fuera vaquero, que parece que voy todos los días con la misma ropa. Y aprovechando que está luciendo bastante el sol por aquí, aunque la temperatura todavía es fresquita, pues me apetecía salir un ratito a mirar algo.
Quedé con mi madre, que era lo que solía hacer los sábados por la mañana cuando mi chico trabajaba, y hacía bastante que no quedábamos las dos solas.
Y nos fuimos para la tienda.
Enseguida me di cuenta de que no había sido una buena idea. Creo que me probé como diez pantalones si no fueron más. Ninguno era lo que buscaba, porque tenía una idea bien clara de lo que buscaba, pero se ve que este año, pues no se lleva ese estilo.
Cuando empezamos con las tallas ya empezó la primera tortura, porque mi talla habitual no me entraba, o parecía una morcilla embutida. Así que, a pedir una talla más.
Ya notaba yo de un tiempo a esta parte, que algo de peso había cogido. Y aunque la báscula no me lo dice muy descaradamente, pues se ve que estoy hinchada, que no es de extrañar con tanta hormona y medicaciones varias.
Mientras me probaba, mi madre hablaba con la dependienta, a la que conocemos desde hace un montón de años. Y aunque me iba animando, que si estás estupenda, que si vaya tipazo, que si eres alta, terminó diciéndome que "ensanchamos" con la edad. Vale, pues tendré que ir asumiéndolo.
En un momento dado, mi madre se despistó hablando con un familiar suyo y no me hizo ni caso, por lo que protesté. Entonces, hubo un ataque hacia mi persona, porque consideraban que la prima de mi madre necesitaba atención, que estaba pasando un mal momento.
Yo reivindiqué que también necesito mimitos, todo en tono hamable eh? no penséis que me dio una pataleta en la tienda como a una niña, jeje.
Y entonces mi madre dijo que ni hablar, y la dependienta, que por supuesto no tiene ni idea de nada, me dijo que yo estaba estupenda, que vaya ánimo tengo.
Ay, si yo te contara...
Ya consideré que era el momento de no probarme más pantalones. Y me salí de la tienda con las manos vacías, además de con una sensación extraña y contradictoria.
A ver, no quiero ir dando pena por ahí, ni ir con cara triste, ni parar mi vida y mis relaciones sociales, ni encerrarme en casa a llorar. Pero, me fastidia un poco que mi gente cercana, mi madre, mi familia, mis amigos, piensen que igual no es para tanto, que estoy estupenda, que me sigo arreglando y que siempre sonrío. Que entonces no será tan difícil, que no lo estaré pasando tan mal.
Cuando volvió mi chico, a eso de las siete de la tarde, él si notó que algo pasaba. Le confesé, estoy muy gorda! Le dio la risa. Luego achuchón, besos y estás muy guapa y no quiero verte así. Me animó a ponerme una vestido cortito que le encanta y me invitó a cenar.
A mi tampoco me gusta verme así, paso del blanco al negro en un momento. Me animo y me desanimo al segundo. Y esto es difícil para mi, difícil de llevar para mi chico y se ve que difícil de entender para el resto.

9 comentarios:

  1. Animo Trax,a mi me pasa igual, tengo bajones repentinos.
    Y si que con las hormonas cogemos algunos kilillos, pero todo sea por nuestro sueño, ya los perderemos cuando tengamos que correr detras de nuestro pequeñajo

    ResponderEliminar
  2. Mi niñaaaa! Si es que a veces no se dan cuenta de que estamos "blanditas"... Quizás el problema es que nos hacemos "las duras" y parece que nunca nos pase nada... o que lo superemos más rápdo que otras personas.
    En fin, no te agobies por los kilillos cogidos que seguramente son de las hormonas y debes estar estupenda!

    ResponderEliminar
  3. A mi no me resulta difícil de entender, de hecho, me parece lo más normal del mundo que estés así. Con lo valiente que eres! Menos mal que tienes un chico que vale un potosí y que va a ser un super papá fenomenal!

    ResponderEliminar
  4. Tú tranqui, que sí hemos estado todas. Yo odio ir de compras (lo sé, soy rara), pero cuando voy necesito que se me preste toda la atención posible porque si, no me pasa como a tí. Y encima tú estás con subidón de hormonas!!!

    Y por esos kilitos, ni te preocupes, que la mayoría suele ser retención de líquidos que nos hinchan cosa mala. Mucho ánimo!!!

    ResponderEliminar
  5. Hola Trax, yo también me he engordado, creo que es lo que más quema, que te engordas y a veces para nada.. pero bueno ahí vamos masoquistas totales! Lo de estar sensible, qué me dices a mí? Si no puedo ni oír canciones me pongo a llorar! Pero estoy de acuerdo con mama de parrulín, tu chico es un encanto.. Dile que es el héroe del post ;-)

    ResponderEliminar
  6. Creo que todas nos hemos visto en alguna situación parecida, así que no te podemos recriminar nada. Yo ando últimamente bajita de moral y eso afecta también a la percepción del físico. ¿Verdad que si te sientes feliz no piensas en la celulitis ni en los kilos de más? Bueno, son preocupaciones que entran dentro de la normalidad y que nos mantienen alerta, así que no le des más importancia. Otro consejito es que hagas algo de ejercicio si tienes algún rato libre, te ayudará a sentirte mejor.

    ResponderEliminar
  7. Es normal guapa que te sientas así y es que el que no lo pasa no sabe lo duro qué es, te entiendo y no seas tan dura contigo misma, es normal :)

    ResponderEliminar
  8. Juno, las hormonas nos engordan y nos desequilibran. Se que pasará, mientras, hay que aguantarme! Un besito.

    Juliete, mmm estupenda? estoy fofilla, pero bueno, espero que esto termine cuando termine la medicación. Es verdad que a veces ir de dura también trae consecuencias. Besitos.

    Mama de parrullin, uf, valiente?? no no, que va. Lo de mi chico es cierto, es un solete, algún día os cuento. Gracias. Besotes.

    Anuda, pues a mi me ha encantado ir de compras, hasta ahora, que lo voy retrasando, hasta que es inevitable. Mejor me hubiera ido de paseo, jeje. Besitos.

    Claradimosca, mi chico no conoce la existencia de este blog, y de momento seguirá así, que luego se lo cree, jeje. Hay que ver en lo que nos convierten las hormonas, gorditas, lloronas, en fin. Besos.

    Mama mimosa, siempre he sido muy exigente conmigo misma, en todos los aspectos incluyendo el físico, aunque ahora es cuando peor me veo, porque es cierto que estoy hinchada. Para deporte no tengo mucho tiempo, está pensando, pero tengo la transfe a la vuelta de la esquina. Mucho ánimo reina. Besotes.

    Siempre mamá, me exijo mucho, esto me crea problemas, pero también me salva de otros. Besos.

    ResponderEliminar
  9. Uff, no sabes lo bien que te entiendo. Es cierto que parece que lo llevemos bien, que somos fuertes, pero en realidad, nos hacemos las duras, y claro, una cosa es intentar llevarlo con entereza y dignidad, y otra, que los demas no sean conscientes de lo sensibles que estamos, que necesitamos apoyo y muchos, muchos mimos, y necesitamos el reconocimiento de que somos unas valientes.

    Animo, que lo estas haciendo muy bien, y podrás con todo. Ya lo veras, el camino es largo y duro, pero ¡podemos con todo!

    ResponderEliminar